La Reina Sofía continúa en Grecia tras la boda de su sobrino

La Reina fue recibida por la Directora del Museo, la arqueóloga Katerina Delaporta , así como por el Alcalde de la ciudad de Lepanto (que en griego se llama Nafpakto) Vasilios Guizas y estuvo acompañada por el Embajador de España Enrique Viguera y su mujer Marta . Acompañada por ellos recorrió la exposición que muestra detalles de la batalla naval que se desarrolló durante solo cuatro horas en la Bahía de Lepanto entre la Liga Santa formada por el imperio español, los Estados Pontificios, la República Veneciana, la Orden de Malta, el Ducado de Saboya y la República de Génova, reunidos contra su poderoso adversario, la armada del imperio otomano dirigida por Alí Bajá. La mayor contribución esta victoria cristiana en la batalla de Lepanto, como afirmó Miguel de Cervantes que combatió en ella desde la nave La Marquesa, fue que «ese día la creencia de que los turcos eran invencibles en el mar se disolvió en todo el mundo».

Entre los pocos invitados, siguiendo los protocolos sanitarios, se encontraban varios embajadores europeos y el Presidente de la Comunidad Judía de Tesalónica David Saltiel así como el Cónsul honorario de España en dicha ciudad, Sam Nahmias . Y tras la visita, se dirigió al Museo de la Acrópolis dónde su nuevo Director, el arqueólogo y catedrático de la Universidad de Atenas Nikos Stambolidis la esperaba para mostrarle el museo y almorzar.

La Reina Sofía comentó con los asistentes lo contenta que estaba de encontrarse en Atenas y visitar esta exposición tras una celebración muy familiar, «la boda estupenda de mi sobrino pequeño, Philippos», al que describió como teniendo «todo lo mejor de la familia». La ceremonia religiosa del matrimonio entre Philippos de Grecia y Nina Flohr , una joven suiza hija del billonario Thomas Flohr, propietario de una importante compañía de aviación, tuvo lugar en la Catedral Ortodoxa de Atenas este sábado.

Ahí Doña Sofía se reunió con parte de su familia, ya que pr la pandemia los invitados fueron pocos, siempre acompañada de su hermana la Princesa Irene y de la Infanta Elena . Poco después hubo una cena con baile en el Club de Gimnasia, situado cerca de la Catedral en el centro de la capital. Bajo varias carpas al aire libre se reunieron los invitados que pudieron asistir a la boda en persona (en total menos de 50) y a los que siguieron la ceremonia ortodoxa desde una gran pantalla colocada en un salón del Hotel Grande Bretagne. La fiesta duró hasta pasadas las tres de la madrugada y al día siguiente quienes se encontraban todavía en la ciudad fueron invitados a un almuerzo por el Rey Constantino de Grecia en el Club Náutico de Grecia en El Pireo.