El príncipe Andrés, demandado por abuso sexual

El próximo noviembre se cumplirán dos años desde que el príncipe abandonó sus funciones públicas tras conceder una entrevista a la BBC en la que, pese a que su intención era limpiar su imagen tras las acusaciones de acoso sexual en su contra y su relación con Epstein, de quien era amigo íntimo, acabó por conseguir todo lo contrario. Una de los momentos más curiosos de su aparición televisiva, que fue calificada por la prensa como «desastrosa», fue cuando aseguró que el día en que supuestamente, según el relato de Giuffre, mantuvo relaciones sexuales con ella por primera vez, él estaba con su hija Beatriz en una fiesta de cumpleaños en un restaurante Pizza Express en Surrey, Inglaterra. Posteriormente, el ‘The Daily Mail’ publicó una exhaustiva investigación que tumbó su coartada. La víctima sostiene que aquella noche se acostó con el duque de York en una propiedad de Ghislaine Maxwell, la madame de Epstein, en el barrio londinense de Belgravia, y que posteriormente se produjeron otros encuentros no consentidos entre ambos en territorio estadounidense, concretamente en las viviendas de Epstein en Nueva York y las Islas Vírgenes.

El príncipe ha negado la mayor, diciendo que lo que cuenta Giuffre «no sucedió» y que ni siquiera llegó a conocer a esta mujer, pese a que hay una fotografía de ambos en la que él la tiene tomada por la cintura.

Por su parte, Ghislaine fue detenida en julio del año pasado en una vivienda de New Hampshire, Estados Unidos, acusada de colaborar con Epstein para abusar de varias mujeres, incluyendo al menos a cuatro menores de edad.

La Fiscalía de Nueva York ha acusado en varias ocasiones al príncipe Andrés de no querer colaborar con la Justicia y de «rechazar repetidamente» una solicitud para ser entrevistado, una acusación que forma parte de la demanda presentada y en la que la víctima declara que el duque de York sabía que ella era no solo menor de edad, sino además víctima de tráfico sexual. «Hace veinte años, la riqueza, el poder, la posición y las conexiones del príncipe Andrés le permitieron abusar de una niña asustada y vulnerable sin nadie que la protegiera. Ya es hora de que se le pidan cuentas», detalla el texto de la denuncia, que añade que «en este país ninguna persona, ya sea presidente o príncipe, está por encima de la ley».