Mirtha Legrand, la diva que dinamitó la relación entre Rocío Jurado y Antonio David

En 2019, durante la visita de los Reyes, doña Letizia , admiradora declarada de Mirtha, habría pedido a Juliana Awada , esposa de Mauricio Macri , por entonces presidente de Argentina, que la invitara para conocerla en persona. Legrand se mostró orgullosa y feliz ante ese honor, agradeciendo la invitación.

Pero la leyenda de Mirtha Legrand cruzó el océano hace ya 21 años, cuando Rocío Jurado acudió a su programa y habló de los (supuestos) malos tratos de Antonio David Flores a su hija Rocío Carrasco . Esta entrevista no sólo le costó una millonaria demanda, que finalmente ganó (y cuyas costas todavía no han sido pagadas por el exguardia civil), también fulminó la amistad con la presentadora, a la que no volvió a dirigir la palabra. «Esas confesiones las realicé después de que ella me contara los problemas que había tenido su hijo y sin que yo imaginara que iba a emitirlas. Mira por donde, salió todo lo de mi hija y nada de su hijo», confesó la Jurado a Beatriz Cortázar en septiembre de 2002. Otra versión apunta a que las declaraciones se hicieron durante una pausa para la publicidad, pero el programa se realizaba en directo y las palabras de Rocío se aprecian como parte de la charla durante la cena.

Durante cinco décadas, por el plató-restaurante de Mirtha han pasado los artistas españoles más internacionales, desde Raphael a Julio Iglesias o Penélope Cruz . Una protagonista de otro ‘momentazo’ fue Isabel Pantoja , a quien casi se le atragantan los canelones que le sirvieron en 1995: «¿Es ‘Marinero de luces’ un poco tu vida?», le preguntó Mirtha antes de dar paso a los acordes del tema de José Luis Perales . El plano de la tonadillera masticando, tragando lo que le echaran, es digno de estudio por Cristina Soria .

Rosa María Juana y María Aurelia Paula nacieron el 23 de febrero de 1927 en Villa Cañas. Hijas de emigrantes andaluces, cambiaron sus nombres cuando su madre, profesora de escuela, las llevó a un representante artístico que tenía claro que no triunfarían con los apellidos Martínez Suárez . Echó una moneda al aire y así se decidió que Rosa María fuera Mirtha y María Paula , Silvia : los nombres de sus secretarias. Más pequeña que su gemela, a la nueva Mirtha en casa la llamaban ‘Chiquita’ y a la nueva Silvia, ‘Goldie’, por sus rizos dorados. Silvia, también actriz, falleció en mayo del año pasado.

Mirtha estuvo 25 años haciendo películas con mucho éxito (en 1953, vino a España para rodar la versión cinematográfica de la zarzuela ‘Doña Francisquita’, de Ladislao Vadja ) pero decidió refugiarse en la pequeña pantalla, donde se convirtió en un icono.

Viuda de Daniel Tinayre , director de cine de origen francés al que conoció en un rodaje tras anunciar su compromiso con Julio Albar Díaz , quien ya le había regalado un anillo de diamantes, tiene dos hijos y tres nietos. Mirtha lleva años diciendo que se retira, pero nadie es capaz de creerla.