Seis consejos para que el sueño de tu hijo no se descontrole en verano
Los padres temen que la alteración de horarios pueda empeorar los patrones de los niños a la hora de dormir
En España cerca de un 20% de niños tiene dificultades con el sueño a lo largo de su desarrollo
En verano suele haber más actividades familiares y de ocio. Sin embargo, en medio de la emoción, una pregunta comienza a rondar tu mente: ¿todo el progreso que has logrado con el sueño de tu pequeño a lo largo del año, estará en riesgo ... con la llegada de la temporada estival?
Durante meses, establecer un buen horario y rutina para ayudarle a dormir mejor ha sido todo un desafío, y temes que las vacaciones puedan desequilibrar todo el trabajo que has realizado. Es natural que surjan dudas y preocupaciones. ¿Qué hacer con la siesta si salís a comer fuera? ¿Y si la hora de dormir se retrasa debido a las actividades de verano?
Para Amelia Hunter, de Baby Sleep Solutions, es normal «temer que la alteración de su día a día pueda empeorar su patrón de sueño, provocando despertares tempranos, dificultades para dormir la siesta o siestas interminables que se prolonguen hasta tarde, lo que dificultará que concilie el sueño por la noche«.
Estos son algunos consejos prácticos que, según esta asesora del sueño, pueden ayudarte a mantener cierta estabilidad en el descanso de tu pequeño durante las vacaciones de verano:
Mantén la rutina para dormir
Replicar el ritual de sueño que funciona en casa cuando estáis fuera puede marcar una gran diferencia para tu pequeño. Los rituales son reconfortantes y pueden ayudarle a sentirse seguro y tranquilo a la hora de dormir, incluso en un nuevo entorno.
Horarios regulares
Mantén horarios regulares, pero sé flexible: sabemos que durante el verano es común ajustar los horarios debido a las actividades y los planes familiares. Es normal que las rutinas diarias cambien un poco, pero intenta mantener cierta regularidad en los horarios de sueño. Una siesta en el coche cuando volvéis de la playa, una cabezadita en el carrito mientras dais un relajante paseo, o incluso retrasar ligeramente la hora de dormir en una ocasión especial, son cambios que no afectarán demasiado su descanso. Sin embargo, si estos cambios son demasiado bruscos o se prolongan durante varios días, sus horarios podrían desequilibrarse,afectando su sueño.
Sobre las siestas
Si tu peque está en edad de hacer siesta, no os la saltéis: aunque las vacaciones pueden ser emocionantes y llenas de actividades, es esencial asegurarse de que tu pequeño descanse lo suficiente durante el día. Las siestas son cruciales para su desarrollo y bienestar general. Un sueño adecuado durante el día también puede ayudarle a dormir mejor por la noche. Si notas que sus siestas no son tan reparadoras como de costumbre, es posible que esté cansado y necesite ir a la cama un poco antes de lo habitual. Si tu hijo ya no duerme siesta pero tenéis algún compromiso para cenar y su hora de dormir se va a retrasar mucho, lo recomendable sería que durmiera un poco durante el día.
Adaptación al entorno
Adáptate al nuevo entorno: si bien tu bebé puede dormir estupendamente en casa, un cambio de entorno puede resultarle un poco extraño. Lo mismo puede ocurrir con los adultos. Si notas que le cuesta conciliar el sueño o tiene más despertares de lo habitual, te recomendamos actuar de la misma manera que lo haces en casa. Mantén la calma y sigue su rutina de sueño habitual para brindarle seguridad y familiaridad. Si te enfrentas a esta situación con paciencia y tranquilidad, en poco tiempo se adaptará a la nueva situación.
Máxima estabilidad
No cambies su manera de dormir: durante las vacaciones, el objetivo es mantener la máxima estabilidad para que los cambios no afecten su sueño de forma negativa. Trata de mantener la manera en que tu pequeño duerme en casa, ya sea en su cuna y habitación o cualquier otro entorno habitual. Si os alojáis en un hotel y no es posible replicar exactamente su entorno de sueño, intenta colocar la cuna lo más alejada posible de vuestra cama para que tenga su propio espacio y no se despierte con vuestros movimientos y ruidos.
Objetos reconfortantes
Elementos reconfortantes: si tu pequeño tiene un objeto como un pequeño peluche, doudou o manta que siempre le acompaña durante el sueño, asegúrate de incluirlo en la maleta. Estos objetos pueden proporcionarle seguridad y tranquilidad en el nuevo entorno, brindándole algo familiar de casa. Si utiliza un saco de dormir, también es importante llevarlo contigo y asegurarte de que el grosor.
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Recuerda que, aunque los viajes y vacaciones pueden afectar el sueño, es importante disfrutar de estos momentos en familia y adaptarse a las necesidades de tu peque para asegurar un descanso satisfactorio y lleno de energía.
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