«He luchado mucho, pero me siento plena por disfrutar con mis hijos sin estar sujeta a horarios laborales»
Raquel Escribano tiene dos hijos y, tras sufrir acoso laboral al comunicar su segundo embarazo, asegura que ha podido tomar las riendas de su vida al reinventarse profesionalmente y teletrabajar
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Raquel Escribano se sentía feliz en la empresa en la que llevaba 11 años trabajando cuando comunicó que estaba embarazada de su primera hija. Reconoce que no tuvo ningún problema y le ofrecieron facilidades para poder criarla sin dificultad.
La cosa cambió un par de años más tarde, al anunciar que esperaba su segundo hijo. «Me hicieron la vida imposible, sufrí acoso laboral y me presionaron al máximo. Era una empresa pequeña y mi jefa me bajaba la temperatura en invierno hasta los 17 grados para que me pusiera mala, me borraban documentos de mi ordenador y me decían que no los había entregado cuando me habían pedido, me hablaban muy mal... Pretendían que me fuera por decisión propia con una mano delante y otra detrás».
La situación se hacía cada día más insostenible y esta madre habló con un abogado que le reconoció que todo aquello era muy difícil de demostrar, pero que fuera grabando conversaciones. «Cuando le enseñé la primera conversación no pudo dar crédito del nivel de presión y humillación». Finalmente fue a juicio y la indemnizaron.
Aún así, cayó en depresión porque, además, de esta tensión laboral coincidió con su separación matrimonial. «Me encontraba sola, sin trabajo y dos hijos». Fueron momentos de muchos lloros, mucho sofá y sentimiento de culpabilidad porque su hija se tuvo que encargar de muchas cosas que ella, por falta de fuerzas, no se veía capaz. Poco después encontró un empleo en que le pagaban poco y tardaba una hora y media en llegar, lo que era un suplicio para ella por no poder estar más con sus hijos.
Años después conoció al que hoy es su pareja, un empleado de Oracle que pidió una excedencia para dedicarse a su pasión, el sector de las bicicletas, del que Escribano no era ajena porque su hermano es ciclista. «Empecé a dar muchas ideas a mi pareja, tantas que quiso contratarme como community manager. Hice un master en la UNED y, poco después, una clienta me habló de Mamis Digitales, una red que ayuda a las madres a reinventarse profesionalmente a través de la tecnología para poder seguir cuidando a sus hijos. Me apunté y me formé con sus metodologías y en 3 meses conseguí varios clientes. Me especialicé en copywriter y hoy siento que he conseguido tomar las riendas de mi vida. Ahora desayuno y como con mis hijos, estoy en casa cuando vuelven del instituto, les puedo acompañar al médico, estar con ellos cuando se ponen malos y, como actualmente gano tres veces más que antes, podemos pasar más días de vacaciones juntos. A ellos les noto más relajados porque yo estoy más tranquila al poder ajustar mis horarios y disponer de más tiempo sin la angustia de antes».
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Esta madre confiesa que la conciliación real «te la tienes que buscar tú y para mí es poder estar con mis hijos cuando lo necesitan. Mi vida ha cambiado significativamente porque he luchado mucho, pero he conseguido lo que tanto ansiaba: sentirme plena profesionalmente y estar sin mis hijos sin estar sujeta a horarios».
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