«No me gustan nada los amigos de mi hijo»
Las amistades de la etapa adolescente son extremadamente importantes, porque están indicando nuestra personalidad y los estímulos por los que nos sentimos atraídos, indica Alejandro Rodrigo, el autor de «Cómo prevenir conflictos con adolescentes» (Editorial Plataforma Actual)
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Iniciar sesiónLas amistades, y mucho más las amistades que se crean en la adolescencia, son una parte fundamental de la persona pero, ¿qué pasa cuándo no nos gustan los colegas de nuestro hijo? Alejandro Rodrigo, autor del libro «Cómo prevenir conflictos con adolescentes» (Editorial Plataforma ... Actual) , nos invita a observar las dinámicas a su alrededor de una manera diferente. Normalmente, explica, «creamos amistades en cuatro momentos o escenarios en nuestra vida: en la infancia, en la adolescencia, en la adultez y en nuestro trabajo. Las amistades de la etapa adolescente son extremadamente importantes, porque están indicando nuestra personalidad y los estímulos por los que nos sentimos atraídos. Si cree que su hijo presenta irregularidades en sus relaciones sociales, estoy convencido de que un cambio de visión le puede ayudar».
Más sabe el diablo por viejo...
Es verdad que a la hora de analizar las relaciones de un adolescente, prosigue, «cualquier padre tiene una visión mucho más global y más acertada que el propio adolescente, básicamente, porque aquí la experiencia de vida es fundamental. Más sabe el diablo por viejo que por diablo y, precisamente por eso, es muy importante que el adolescente vaya adquiriendo experiencia, tanto en los fracasos como en los éxitos ».
Alejandro Rodrigo cree firmemente que, en esta tesitura, «nuestra responsabilidad es evitar peligros, pero dejar que sea nuestro propio hijo o hija quien vaya afrontando y superando riesgos. Desde luego, no es deseable un joven que jamás se haya juntado con una mala influencia o se haya sentido atraído físicamente por una persona que no era lo que parecía en un principio». En ese sentido, señala este autor, «el aprendizaje es fundamental que sea casi un autoaprendizaje; el papel de los adultos, por lo tanto, es bastante complejo y, en ocasiones, desesperante cuando vemos a nuestro hijo tropezar siempre con la misma piedra . Lo importante es que siempre tenga cerca la mano del padre para ayudarle a levantarse».
Otro aspecto importante que hay que atender, señala este autor, «es que la amistad en la adolescencia es fundamentalmente grupal, y ahí debe entenderse desde el punto de vista del rol o papel que el individuo adopta dentro del grupo. Cómo en cualquier conjunto de personas, los grupos de amistad en la adolescencia están formados por, básicamente, tres niveles de importancia dentro del grupo».
¿Por qué quieres ser como ellos?
En el primer nivel, explica Rodrigo, podemos encontrar a los líderes, a continuación los seguidores y en tercer nivel los rechazados o los marginados. «Es importante que los padres analicen qué papel juega su hijo en los distintos grupos en los que se relaciona. Lo habitual es que pensemos que si nuestro hijo es “seguidor” o “rechazado” , se pronuncie la frase de “sus amigos son una influencia negativa”. En este caso, sugiere, “en vez de señalar lo negativo de sus amigos, una táctica mucho más eficaz para nosotros como padres es llegar a identificar qué es lo que hace que nuestro hijo se sienta atraído por esos líderes. Podemos preguntarnos: ¿Por qué quiere ser como ellos?». «Si nuestro hijo es un seguidor, las preguntas que hay que plantearse están dirigidas precisamente a observar las características de los líderes de ese grupo, e identificar las cualidades que provocan admiración en nuestro hijo para calibrar si conlleva riesgos o peligros». Si nuestro hijo es rechazado, advierte Rodrigo, « hay que incrementar más esa supervisión, proque realmente no está disfrutando de la amistad, sino que la está sufriendo ».
Si, por el contrario, nuestro hijo es un « líder» potencial de ese grupo , aclara el autor de «Cómo prevenir conflictos con adolescentes» (Editorial Plataforma Actual) , «no tiene lugar la idea de que sus amigos son una mala influencia. Esta última situación sí suele generar problemas de identificación, porque el hijo es quien ejerce precisamente esa influencia». En este caso, más allá de caer en el falso orgullo, la familia debe hacerse preguntas como: «¿Por qué mi hijo necesita que le sigan como a un líder? ¿No tiene suficiente con quererse a sí mismo?”, sugiere el autor de “cómo prevenir conflictos con adolescentes», apunta Rodrigo.
Estas serían las pistas o ideas generales «claves para abordar adecuadamente la visión con la que debemos enfocar este aspecto social de nuestros hijos », concluye este experto.
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