Rimas, recetas, trabalenguas, la escucha... Y otras fórmulas para atraer a los niños hacia la lectura
Consejos de una profesora de la UNIR para fomentar el placer de leer en la infancia
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Iniciar sesión«Hay consejos para ayudar a leer a los nuestros hijos que tienen poco o nada que ver con la lectura delante de un libro en si», asegura Concepción María Jiménez, directora académica del máster universitario en Didáctica de la Lengua en Educación Infantil ... y Primaria de la UNIR , para quien es «imprescindible trabajar el gusto por la lectura, no solo como una necesidad, sino como un aprendizaje agradable y hasta lúdico».
Entre las recomendaciones que comparte esta docente, destacan los de «escuchar, atender y dedicar tiempo a los niños». Se trata, prosigue, «de reducir las distracciones, de poner interés en lo que preguntan los niños, de aclarar lo que significan palabras desconocidas para ellos.... No se trata solo de suministrar libros y de tener una gran biblioteca en casa, sino de leer con ellos, a diario, comentar lecturas con ellos, sin decaer, continuamente». «No hay una receta mágica, pero la constancia y la frecuencia -insiste Concepción María Jiménez-, resultan claves».
La literatura, afirma esta experta, « no es solo sinónimo de libro. También lo es de contar cuentos o historias por la noche… Así también se fomenta el gusto por ese lenguaje del deleite, que es el que tiene la literatura». Otro consejo que ofrece esta profesora «sería visitar librerías y bibliotecas con ellos y dejarles elegir los títulos que más les atraen. Con esto conseguiremos que se sientan libres y motivados». Poco a poco, sugiere, «podemos también crear su propia biblioteca en el dormitorio, lleno de lecturas opcionales».
Pero bajo ningún concepto, recalca Jiménez, «hay que obligar a leer, sino más bien incitar, invitar…». Por supuesto, añade, «que no falten los libros en la carta de los Reyes Magos o en los cumpleaños… Que se conviertan en juguete más, en una alternativa de ocio». «Siempre, siempre, siempre se debe trabajar la lectura como un deleite, que es el fin último de la literatura» , repite casi machaconamente Concepción María Jiménez.
Trucos que los padres pueden copiar
¿Qué utiliza esta experta con los niños más pequeños a los que se les resiste la lectura? «Lo principal sería no trabajar frases sin sentido, tipo “papá fuma en pipa” o la “mula lame la muela”. Es mejor intentar pensar en cosas significativas, que a los niños les suene de algo y lo relacionen con su vida», razona. «También llenar la casa de post it con las palabras que se les resistan», indica.
«Sabemos que con la literatura se aprende vocabulario, se aprenden las estructuras, la fonética, morfología, sintaxis… Con los de menor edad suelo trabajar con los trabalenguas, que es algo que les gusta mucho, y sin casi darse cuenta practican palabras difíciles de pronunciar, trabajan la memoria y aumentan el vocabulario». Para trabajar la conciencia silábica, esta docente aconseja trabajar con las rifas: “juegos tipo “en un café se rifa un pez”, y mejorar la conciencia fonológica, las rimas.
Como primeras lecturas recomienda títulos como «Pirata pata de lata» (Editorial Kalandraka) , « La extraña visita» (Editorial Libre Albedrío) , « Nublado con probabilidades de albóndigas » de Judi Barret (Editorial Corimbo) o «La coleccionista de palabras» , de Sonja Wimmer (Editorial Cuento de Luz).
Otra idea que lanza a los padres esta docente es «que compartan sus lecturas con los niños. Qué les llamó la atención de aquella obra, qué les recordó tal frase…» o que relacionen la lectura del pequeño con otros libros donde salgan elementos parecidos. «Si están leyendo un libro donde aparecen lobos, recordar los títulos de “Los Siete Cabritillos”, el de “Caperucita”, “Los Tres cerditos”… Todo siempre jugando, motivando».
Otras actividades para hacer con los niños
Ahora que llega la Navidad, propone Concepción Jiménez, «podemos seleccionar un plato típica para hacer con el pequeño, donde este tenga que leer los ingredientes para entender la estructura de una receta… Todo eso es motivador, porque el niño quiere hacer contigo esa receta». «Con los catálogos de juguetes también se puede trabajar, tratando de leer los nombres de los juguetes deseados y escribiendo la carta a los Reyes Magos... Este tipo de cosas son más importantes de lo que parecen y ayudan mucho en un acercamiento a las letras por placer», concluye.
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