Loewe se apunta a la moda sin género
El desfile de su colección de hombre en París presentó prendas de corte unisex
Fue exactamente ayer cuando en ABC dedicamos una página a la vigencia de la ropa sin género , una moda que abunda últimamente y que difumina las barreras entre los guardarropas femenino y masculino. Y, ¡oh casualidad!, también fue ayer cuando Loewe presentó en París su colección de hombre Otoño-Invierno 2020-2021 durante un desfile en clave unisex con el que Jonathan Anderson se unió a esta tendencia.
Y es que si bien las colecciones para ellas llevan ya un siglo influidas por el vestuario masculino, adoptandose los pantalones, chaquetas y prendas de sastrería desde que en los años 20 del siglo pasado Chanel se estrenase en Deauville con la ropa de Boy Capel , no se había dado el caso inverso en las colecciones masculinas hasta hace un lustro.
Fue Marc Jacobs el que se atrevió hace algunos años a dejar sus camisetas descoloridas y sus gafas de culo de vaso para adoptar como enseña personal las faldas escocesas, los zapatos de tacón, las medias de rejilla, el maquillaje e incluso los pendientes femeninos. Por otra parte, Thom Browne , otro creador con base en Nueva York, debutó en el ready-to-wear femenino con un desfile en 2014, cuando llevaba ya varias temporadas con sus lineas de hombre. No en vano, había desarrollado colecciones para hombre y mujer en Ralph Lauren, Brooks Brothers y Moncler Gamme durante años.
Abrazar la diversidad
Thom Browne se atrevió a lucir personalmente trajes de chaqueta conjuntados con shorts de sastrería que presentaba en sus desfiles e incluso a escoger alguna que otra falda inspirada en Escocia que pasó casi desapercibida en sus repertorios. Como señalamos ayer en estas páginas, Palomo Spain ha sido el ejemplo español que hace un lustro se atrevió a crear desfiles para ellos utilizando vestidos femeninos inspirados en los años 60 y 70 , y lucidos por modelos masculinos con físicos particulares.
Pero es ahora cuando marcas como Loewe abrazan esta diversidad que borra las fronteras entre la moda de ambos sexos . Loewe presentó ayer una colección ambivalente colmada de blusas femeninas, faldas y bolsos grandes. Grandes contrastes entre prendas en satén o lana, brillos y opacidades, cristales bordados y cadenas hechas en cuero, reinaron en un desfile transgresor que contó con magníficas piezas de inspiración clásica para todos los físicos: abrigos de lana de corte recto, hombros y solapas semicirculares; gabardinas beige de corte intemporal o el clásico abrigo de piel color camel forrado de borreguito que Loewe lanzó allá por el final de los años 90 y que ha vuelto a incluir en sus colecciones.
La línea conductora fue la contradicción : la sencillez y la opulencia, el optimismo y el rigor, la oscuridad y el humor. Jonathan Anderson alternó bermudas militares con capas cortas en tonos oscuros y desplegó curiosas y atractivas versiones de los bolsos clásicos de sus colecciones: un diferente bolso Balloon, el bolso Elephant en tamaño gigante o el puzzle combinado de otro modo. Los tejidos escoceses siguieron a prendas de punto, a sombreros de fieltro de inspiración austríaca y a vestidos femeninos drapeados y metalizados en lurex que algunos modelos llevaban cosidos frente a su traje de chaqueta con bermudas. Imaginación sin fronteras .
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