El Príncipe Ernesto, un paria para la propia Casa Hannover

Según avanza «Kronen Zeitung», el Príncipe ahora se enfrenta a una petición de 3 años de cárcel por parte de la Fiscalía de la ciudad austriaca de Wels por los presuntos delitos de amenazas e intento de agresión a la Policía (14 y 15 de julio), amenaza a un agente con un bate de béisbol (20 de julio) y daños en el acristalamiento de la sede de la Fundación Herzog von Cumberland, además de amenazas a la familia encargada del cuidado de la propiedad (7 de septiembre). No ha sido ninguna sorpresa, pues, que padre e hijo no hayan posado juntos esta Navidad. Lo que sí ha sorprendido es que Ernesto Augusto Jr. haya incluido en la foto familiar a su madre. Toda una declaración de intenciones.

A diferencia de Carolina de Mónaco , quien no ha llegado a divorciarse, Chantal Hochuli , la primera esposa de Ernesto de Hannover y madre de sus dos hijos mayores (Ernesto Jr. y Christian), renunció en 1997 a su título de Princesa de Hannover, que había ostentado durante 16 años, como condición impuesta por el propio Ernesto para concederle el divorcio. A partir de aquel momento, quedó excluida de la representación pública de la familia. Cabe recordar que, tras el fallecimiento de Stefano Casiraghi en 1990, Chantal fue el paño de lágrimas de su íntima amiga Carolina, que seis años más tarde se convertiría en la nueva Princesa de la Casa Hannover. Hija del arquitecto suizo que hizo fortuna en la industria farmacéutica, Hans Hochuli, Chantal desapareció del foco mediático hasta su reaparición en las bodas de sus dos hijos: Ernesto Jr. con Ekaterina Malysheva, en 2017 (a la que no asistió el padre del novio por las desavenencias entre ambos); y Christian con Sassa de Osma , en 2018, que sí supuso la reaparición del polémico Príncipe, quien, por cierto, tuvo que ser ingresado en una clínica de Lima tras la fiesta previa al enlace.

Aquel año, Chantal tampoco pasaba por sus mejores momentos. Hacía solo unos meses que había fallecido el hombre con el que había rehecho su vida, el aristócrata inglés Nick Scott . Pero salvo estas puntuales apariciones, había permanecido alejada tanto de las cámaras como de la imagen de marca de la Casa de Hannover hasta esta felicitación, en la que aparece con su hijo, su nuera y sus dos nietos: Elisabeth y el pequeño Augusto.

Dado su estado de salud, Ernesto de Hannover cedió hace tiempo la gestión del patrimonio familiar a su hijo, pero no por eso ha dejado de mostrar reiteradamente desacuerdos con sus decisiones, que han llegado al punto culminante con la venta del histórico castillo familiar de Marienburg, en la Baja Sajonia alemana. El Príncipe Heredero cedió la propiedad al Estado por la cantidad simbólica de un euro, en contra de la voluntad de su progenitor y ante la incapacidad de la familia alemana de hacerse cargo de su mantenimiento, tras siete años de negociaciones con el ministro de Ciencia y Cultura regional, Björn Thümler, y con el fin de proteger el legado.