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Mónaco se viste de blanco

Seguramente la boda del Príncipe Alberto y Charlene Wittstock será recordada por las lágrimas de la esbelta campeona de natación en la Iglesia de Santa Devota

Mónaco se viste de blanco AGENCIAS

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES

Seguramente la boda del Príncipe Alberto y Charlene Wittstock será recordada por las lágrimas de la esbelta campeona de natación en la Iglesia de Santa Devota. Siguiendo la tradición, como había hecho Gracia Kelly, los esposos acudieron ante la patrona del Principado para ... depositar el ramo de flores de la novia. La Princesa Charlene no pudo contener la emoción y rompió a llorar . Eran las 18.49 de la tarde. Los Príncipes se postraron ante el altar y Charlene le entregó su ramo. Para la Princesa Charlene fue seguramente un gesto de liberación, tras muchas tensiones y rumores.

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