Cristiano Ronaldo y Georgina siembran la polémica al salir de compras en medio de la crisis del coronavirus

Dado que el delantero es propietario de un edificio de siete plantas en la capital madeirense, la familia entera se halla repartida a lo largo de los diferentes pisos, con el ático reservado para la estrella mundial de la Juventus.

Cierto que Madeira, isla situada a 1.000 kilómetros de Lisboa, solo registró el primer caso de la nueva enfermedad este miércoles 18 de marzo (una mujer de nacionalidad holandesa), pero los ciudadanos del país vecino no han recibido bien la difusión de las imágenes, aunque fuera únicamente por solidaridad y por una cuestión de formas. Otras fotografías muestran a Georgina en su casa de lujo, o a Katia Aveiro, hermana de Cristiano, bañándose en el jacuzzi.

El goleador es el ídolo nacional al otro lado de la frontera, pero los comentarios echan chispas en las redes sociales en relación a su actitud y la de los suyos al exhibir su situación privilegiada.

Estos días un periodista portugués conocido por su controvertida trayectoria difundió un bulo que se hizo viral en plena pandemia global, refiriéndose a que los dos hoteles Pestana CR7 (Funchal y Lisboa) se iban a poner a disposición de las autoridades sanitarias. No era cierto y la polémica se ha suscitado igualmente a este respecto.

Lo que sí es verdad, pero no está vinculado a la nueva enfermedad, es que esos dos hoteles han firmado un acuerdo para que la comida que sobra en sus restaurantes pueda venderse a precio reducido a través de una aplicación. Eso sí ha sido alabado en Madeira.

Antes del estallido de la dolencia en Italia y en España, Ronaldo y Georgina fueron vistos yendo a visitar a la madre del goleador, Dolores Aveiro , pues continúa recuperándose del infarto cerebral que sufrió en el Hospital Nélio Mendonça de Funchal . Por su edad, 65 años, integra uno de los grupos de riesgo con más potencial de verse seriamente afectados.

Precisamente, una de sus más recientes publicaciones en las redes sociales ha sembrado la inquietud entre sus dos millones de seguidores en Instagram, pues podía verse una pantalla en negro, sin más explicaciones. Se supone que es para expresar su preocupación y su pesimismo ante el desarrollo de los acontecimientos sanitarios, pero de momento no se sabe si puede haber algún otro significado.