El Príncipe Guillermo deja las Fuerzas Armadas y se toma un «año sabático»

Según explicó un portavoz de la Casa Real, Guillermo «seguirá apoyando el trabajo de la Reina y de la Familia Real a través de un programa de compromisos oficiales, tanto en el país como en el extranjero, en compañía de la Duquesa». Así, el Duque reveló en agosto sus planes de viajar con su familia a Australia el año que viene, en el que sería el primer viaje oficial del Príncipe Jorge, nacido el pasado 22 de julio. Sus padres, el Príncipe Carlos y Diana de Gales, rompieron con la tradición existente hasta el momento cuando se llevaron en 1983 a Guillermo, todavía un bebé, en su primera gira oficial después de su boda, también a Australia.

Protección de especies

En este periodo de reflexión, el «número dos» en la línea sucesoria «trabajará estrechamente» con la fundación que lleva el nombre de los Duques de Cambridge y del Príncipe Enrique. Esta mayor vinculación con la Royal Foundation of The Duke and Duchess of Cambridge and Prince Harry le permitirá «ampliar su trabajo en el ámbito medioambiental, especialmente con las especies en peligro». En este campo, el Duque ha impulsado una iniciativa de colaboración entre siete organizaciones de protección de la naturaleza , United for Wildlife (unidos por la vida salvaje), que presidirá él mismo.

«Las amenazas a nuestra herencia natural son enormes», dijo ayer el Príncipe Guillermo, que parece haber heredado la conciencia medioambiental de su padre. «En la raíz del tráfico ilegal de especies está la demanda de productos que requieren la muerte de decenas de miles de estos animales cada año», aseguró. Reflejo de este compromiso, los Duques de Cambridge participaron anoche en la Royal Society de Londres en la entrega de los premios Tusk para la defensa del medioambiente, una iniciativa que cuenta con el Duque de Cambridge en su patronato.

En estos doce meses de «transición», el heredero continuará también con «su trabajo humanitario en temas relacionados con la infancia y los jóvenes , los veteranos y las Fuerzas Armadas», según el comunicado de la Casa Real. Los Príncipes Guillermo y Enrique se sumaron el miércoles a las conmemoraciones del duodécimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre en las oficinas de BGC Partners , una empresa financiera que perdió a 658 empleados en el ataque contra el World Trade Center. Cada año, la firma destina una parte de los beneficios obtenidos por las operaciones de ese día a causas humanitarias. Los hermanos, armados de un teléfono, intermediaron en operaciones por valor de 25.000 millones de euros.

El propio Guillermo advirtió hace tiempo contra el riesgo de convertirse en un «ornamento real». Sabe que le quedan muchos años, incluso décadas, antes de convertirse en heredero directo a un trono que debe todavía ocupar su padre, el Príncipe de Gales, que cumplirá 65 años en noviembre. Quizás por eso, ayer los portavoces de la Casa Real se esforzaron en aclarar que la conclusión de su formación militar no suponía la conversión del Duque en un royal a tiempo completo.

El martes fue oficialmente su último día en la Fuerza Aérea. Desde que llegó a Anglesey en enero de 2010, el Duque ha realizado 1.300 horas de vuelo y ha participado en 156 operaciones de rescate, en las que ha rescatado a 149 personas. Su educación militar comenzó con su entrada como cadete en la academia de Sandhurst en enero de 2006. Ahora tiene 31 años, es teniente de caballería y de la Fuerza Aérea, padre y heredero al trono. Y busca trabajo.