Una periodista italiana acusa a Strauss Kahn de haber intentado abusar de ella

Una periodista italiana relanza esos inflamables antecedentes, que fueron revelados, en su día, por varias periodistas francesas y una ministra que prefiere guardar silencio, para no comprometer su hipotecada carrera política.

La periodista italiana Myrta Merlino (Nápoles, 1969) afirma que Strauss-Kahn, veinte años mayor que ella, intentó “asaltarla” en un hotel de Davos, donde el por entonces ministro de Economía y Finanzas participaban en una reunión anual.

Merlino no es muy precisa en sus afirmaciones, pero los presuntos «asaltos» solo pudieron producirse entre el otoño de 1997 y la primavera de 1999, ya que Strauss-Kahn se vio forzado a dimitir el mes de noviembre de aquel año, envuelto en un oscuro escándalo de corrupción política.

Las acusaciones de Merlino, sin embargo, coinciden puntualmente con un largo rosario de acusaciones de aquellos años y pocos años posteriores. Otra periodista francesa, Tristane Banon , ya presentó una querella contra Strauss-Kahn. Pero su caso no pudo prosperar, ya que había prescrito el posible delito de intento de violación, muy difícil de probar, jurídicamente.

Las revelaciones italianas de Merlino, sin embargo, coinciden punto por punto con el «estilo» descrito por varias periodistas y alguna madre de familia francesas. Strauss-Kahn dio cita a la periodista en su hotel, en Davos. La recibió con una copa de champagne en la mano, vestido «muy a la ligera». Y pasó muy pronto al «ataque», sin ningún «preámbulo».

Merlino afirma que vivió aquel acoso como una humillación, considerándose víctima de un «hombre poderoso e influyente», participante en una gran conferencia financiera internacional, cuando ella era una modesta periodista económica, que intentaba conseguir una «gran entrevista». Merlino repite el mismo «escenario» descrito por otras periodistas...

Situación humillante

«Me asaltó con cierta brutalidad -dice Merlino-. Me resistí, lo dí un par de bofetadas. Pero él parecía salido y fuera de si. Conseguí escapar. Y guardé silencio durante mucho tiempo. Viví la historia como una humillación. Y me costaba trabajo contarla, pensando en el qué dirían muchos colegas, sobre una periodista joven que lo había intentado casi todo por una entrevista».

En París, Strauss-Kahn no reacciona de ninguna manera. Otras periodistas francesas han contado anécdotas semejantes. Incluso una ministra socialista contó en su día que también ella había sido «asaltada». La madre de Tristane Banon, militante socialista, ella misma, llegó a contar la historia y «aficiones» de Strauss-Kahn al actual presidente de la República. Toda la élite socialista francesa sabía de las «aficiones» del por entonces candidato a la jefatura del Estado.

Las penúltimas revelaciones de una periodista italiana hacen más oscuro el silencio ¿cómplice? de los antiguos amigos , hoy instalados en los pasillos del poder político.