Claves para un ‘bed styling’ perfecto

Eso sí, resulta de gran importancia crear el clima ideal para un sueño reparador y apagar cualquier luz, incluida la del móvil; realizar algún estiramiento antes de irse a la cama; darse un baño o una ducha que, además de relajar, aumente la temperatura corporal, y evitar cenas abundantes. Y, por supuesto, como colofón a esta atmósfera ideal, resulta conveniente, siempre, pero en la situación actual con más motivo, lavar las sábanas regularmente, mejor dos veces a la semana que una, preferiblemente a altas temperaturas, para además de limpiarlas, desinfectarlas.

Algodón (percal, egipcio, satén), lino (un básico de la vida 'slow') e hilo son los tres tejidos estrella para vestir la cama . Naturales e higiénicos, facilitan la transpiración y proporcionan un tacto suave y delicado, que invita al descanso . «Como requiere un buen planchado, el hilo es recomendable, sobre todo, durante el verano y con temperaturas altas: todo un lujo. Eso sí, el consumidor debería tener en cuenta que, como los hilos al lavarse se presentan arrugados por el proceso mecanizado del mismo y se utilizan productos químicos que desgastan el tejido, esto afecta a su durabilidad», apuntan desde Carmen Borja.

Aunque hay precios para todos los gustos (y bolsillos) , «siempre deberíamos elegir 100% algodón, evitando la mezcla. Para saber con seguridad la calidad del algodón, hay que fijarse en el número de hilos: cuanto mayor sea el número hilos, mejores serán las sábanas. Una sábana estándar cuenta con 120-150 hilos, pero para que sean de lujo tendrán que tener más de 300. Las nuestras, por ejemplo, son de 400», señalan desde Mayfly Home.

Hay colores que quedan mejor que otros y que, además, favorecen el descanso. Aunque la elección depende del gusto personal de cada uno, hay tonalidades que siempre funcionan , especialmente si van en degradé. «Los blancos casan perfectamente con todo. Por ejemplo, con los colores tierra, pastel, camel, marrón chocolate... Para una casa en el Mediterráneo los diferentes tonos azules con blanco siempre serán bienvenidos», aconsejan desde Carmen Borja.

Tan importante como la elección de sábanas y fundas es la forma de hacer la cama para que se parezca a la de un hotel, cuentan desde Mayfly Home. «Lo primero es colocar la sábana bajera bien estirada. Después, hay que sacudir la encimera sobre la cama, para que quede repartida por todos los lados. En la parte de la cabecera, la estiramos para que sobren unos 40 centímetros y colocamos bien la parte de los pies para que no cuelgue en exceso».

A continuación, viene uno de los aspectos más importantes de una buena cama: el doblado de las esquinas o ‘hospital corner’, que evitará que se escapen los pies. «Hay que realizar un dobladillo con la sábana encimera formando un ángulo de 45º e ir metiendo el lateral bajo el colchón por cada lado», aconsejan los expertos.

Para lucir perfectas, las fundas y las colchas deben ir bien acompañadas, apuntan desde Carmen Borja. «Han de combinarse siempre con un cubrecanapé o cubresomier . A la hora de colocarlas, la caída de la colcha ha de ser menor por los laterales que por la parte de los pies. Esto le dará mayor elegancia a la cama».

Los plaids son otros de los básicos para que una cama luzca bonita : «Han de cubrir el ancho de la cama y dejar que, por lo menos, cuelguen 30 centímetros por cada lado. Los hay que llegan hasta el suelo, pero estos se recomiendan para habitaciones grandes. Quedan perfectos con un par de cojines a juego. Normalmente serán los de menor tamaño los que cierren el conjunto».

Además de ser un elemento decorativo, los cojines proporcionan sensación de calidez y hacen la cama más mullida y apetecible . «La cama ideal ha de llevar, por lo menos, de seis a ocho cojines y la colocación de los mismos será de mayor a menor tamaño: 90 x 40 cm 70 x 40 cm, 50 x 50 cm, 45 x 30 cm… Además, su relleno tiene que ser muy compacto, para que no pierda el efecto deseado», matizan desde Carmen Borja.