¿Rodillas con celulitis o flacidez? Los tratamientos que recomiendan los expertos para rejuvenecerlas

El doctor Carlos Gómez, especialista en medicina estética, explica los dos problemas principales de las rodillas, que 'obligan' a muchas mujeres a esconderlas. «Por un lado, podemos encontrar las llamadas 'rodillas de Barriguita', como en el caso de los conocidos muñecos, la grasa acumulada hace desaparecer el contorno de las mismas 'escondiendo' el hueso de la rodilla. Por otro, tenemos el caso de rodillas delgadas en las que la flacidez y la disminución de la densidad cutánea envejecen su aspecto. En algunos casos incluso, se pueden unir ambos escenarios complicando el problema. Se trata de un área en la que tanto la flacidez como el acúmulo de grasa tienden a ser muy resistentes y, además, hay que sumar la sequedad habitual de la piel de la zona que favorece la formación de arrugas».

Asunción García, experta en dermocosmética y directora del Instituto Asunción García Antiaging, asegura que «la piel de las rodillas es única, no solo es diferente en su textura y grosor, sino que responde a una serie de exigencias físicas que la convierten en una estructura singular. La piel de las rodillas es más gruesa que la de otras zonas del cuerpo, en especial su capa externa, la epidermis. Esto se debe a que está constantemente expuesta al roce, la presión y los movimientos repetitivos. Esta adaptación natural la convierte en una barrera más fuerte, pero también en una superficie que tiende a endurecerse con el tiempo, un fenómeno conocido como hiperqueratosis. Otra diferencia clave está en la concentración de queratina, la proteína responsable de fortalecer la piel. En las rodillas, esta sustancia se acumula en mayor cantidad, lo que se traduce en una textura más áspera y firme. Es una respuesta funcional frente a la fricción constante, pero también uno de los motivos por los que la zona puede sentirse menos suave al tacto».

Por su parte, Olalla Álvarez, enfermera experta en dermoestética y fundadora del centro Olalla Álvarez Aesthetic, añade que «las rodillas acumulan grasa de difícil acceso, incluso en pacientes delgadas, al estar relacionada mayormente con causas hormonales. En esta zona no solo presentamos celulitis, sino que podemos encontrar también, por una combinación de factores, retención de líquidos, mala circulación y septos fibrosos que tiran de la piel».

Aunque es una zona que suele olvidarse, las rodillas también se pueden tratar desde el punto de vista estético, para mejorar su aspecto y rejuvenecerlas. Para el doctor Carlos Gómez, la solución pasa por la combinación de distintas técnicas: «como tratamiento estrella, destacaría la combinación de radiofrecuencia y bioestimuladores de colágeno con ácido poliláctico, ya que son las únicas que nos permiten recuperar la firmeza, alisar las arrugas y redefinir el contorno de las rodillas sin cirugía».

Asunción García propone, además de la radiofrecuencia Indiba, «la tecnología de ultrasonidos de alta intensidad, Cyclone, que es un tratamiento que ayuda a combatir flacidez, activando la circulación y remodelando la piel; además es muy recomendables cuando hay grasa localizada».

La fundadora del centro Olalla Álvarez Aesthetic hace hincapié en la necesidad de personalizar el protocolo. «La piel sobre la articulación de la rodilla se mueve constantemente, por lo que los vectores de tensión son diferentes a los de otras zonas flácidas. Esto exige protocolos personalizados para cada paciente porque cambiará mucho según el estilo de vida que lleven. Sin duda los más destacados son los bioestimulación con inductores de colágeno y láser fraccionado no ablativo. Otros protocolos que pueden ser eficaces son Emtone de BTL, ideal para grasa localizada y pérdida de firmeza, mesoterapia lipolítica que son microinyecciones de activos que personalizamos, Emsculpt neo, con el que fomentamos la estimulación muscular, mejoramos el drenaje linfático y la grasa localizada y, finalmente, LPG endermologie, que ayuda a reducir la celulitis en la zona».

En casa también puedes hacer algo para mejorar su aspecto. Olalla Álvarez recomienda «hidratación diaria con activos reafirmantes, como DMAE, silicio orgánico o cremas con vitamina C y otros antioxidantes; realizar ejercicios de tonificación específicos: entrenar cuádriceps e isquiotibiales para mejorar el soporte muscular y la tensión cutánea; protegerlas del sol siempre que estén expuestas y realizar una exfoliación regular; y suplementar con colágeno y antioxidantes: vitamina C, zinc, y péptidos de colágeno que ayudan a mantener la estructura dérmica».