Vox se apresura a pasar página de la salida de Gallardo: «Es un proyecto que trasciende a las personas»

Pese a que García-Gallardo, hasta ahora líder de la formación en Castilla y León, era uno de los rostros más conocidos del partido, en Vox tienen grabado el mensaje de que su proyecto va más allá de las personas. Así creen que lo han demostrado ya antes con salidas tan sonadas, y en ocasiones polémicas, como las de Macarena Olona, Iván Espinosa de los Monteros o Rocío Monasterio.

Por eso, su mensaje se centra en transmitir normalidad y mirar al futuro intentando minimizar el golpe; pese a que la carta de despedida de García-Gallardo estaba plagada de críticas a la dirección nacional de Vox y que la reacción a su salida evidencia, como mínimo, frialdad. Solo como ejemplo, no ha habido ningún mensaje público de despedida ni agradecimiento de Santiago Abascal y tampoco de ningún otro cargo de Vox al que ha sido uno de sus mayores líderes territoriales y primer dirigente en ocupar un puesto en un gobierno regional como vicepresidente de Castilla y León.

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Miriam Antolín y Monste Serrador

Este martes, la encargada de dar explicaciones ha sido la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, quien ha reivindicado que el suyo es un partido «consolidado» gracias a su «fidelidad» a sus principios y sus programas electorales. Esto, ha argumentado, se demostró en las sucesivas elecciones que se celebraron en 2024 y también lo muestran las últimas encuestas, como la realizada por GAD 3 para ABC.

«Vox crece y es un proyecto que trasciende a las personas», ha subrayado sin enviar a cambio ningún mensaje a García-Gallardo, por quien había sido preguntada. Millán ha insistido en que «lo importante» es que Vox siga con su labor para demostrar su utilidad y así lo «premia» la ciudadanía con su apoyo.

«Vox es fiel a sus principios y su programa. Eso le ha permitido consolidarse y crecer como se ha demostrado en las últimas elecciones y en el Parlamento Europeo», ha reiterado alzando también como uno de sus méritos haber demostrado que no tienen «apego a los sillones», como trasladó su decisión del pasado verano de salir de los gobiernos regionales que compartían con los populares.