Sánchez combina su giro a la izquierda en el debate con un pacto con el PP
Los socialistas aprueban poner en marcha los impuestos a la energía y la banca con el voto de sus socios
Editorial: «La abstención del PP ayuda a Sánchez contra la crisis»
ABC Podcast: ¿Por qué el debate sobre el estado de la nación ha beneficiado a Sánchez?
Ana I. Sánchez y Mariano Alonso
Madrid
Y al tercer día, Pedro Sánchez matizó su giro a la izquierda y llegó a un importante acuerdo con el PP de Alberto Núñez Feijóo. El debate sobre el estado de la nación terminó ayer después de tres intensas jornadas en el Congreso de los ... Diputados, que no celebraba este debate, en principio ordinario, desde el año 2015. Y lo hizo con un importante acuerdo del PSOE y el primer partido de la oposición, para consolidar negro sobre blanco, en una de las resoluciones finales del debate, el compromiso de aumentar hasta el 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) el gasto en Defensa, una medida que no es del agrado de Unidas Podemos, el socio de coalición de Sánchez, ni de sus aliados parlamentarios a la izquierda.
Sánchez y sus socios aprueban poner en marcha los impuestos a la banca y las energéticas
Gregoria CaroPP y Vox votan en contra de las nuevas cargas en las resoluciones del debate y Ciudadanos se abstiene
El PP aspiraba a arrancar a los socialistas el compromiso para un plan plurianual sobre el incremento presupuestario para las Fuerzas Armadas, pero los socialistas no quisieron ir tan lejos y finalmente la mayoría de la Cámara Baja aprobó un texto en el que se hablaba de «impulsar» ese aumento del gasto militar. La fórmula consensuada es que el Congreso instará al Gobierno a impulsar un escenario de incremento para alcanzar ese porcentaje, especificando el crecimiento económico y la creación de empleo altamente cualificado que puede conllevar para determinadas zonas de nuestro país. La resolución salió adelante con 216 de los 350 votos que configuran la Cámara Baja, después de que Ciudadanos votase a favor junto a PSOE y PP, Vox se abstuviese y los grupos a la izquierda y nacionalistas votasen en contra. El texto incluye también una alusión al acuerdo con EE.UU., anunciado en la reciente entrevista en Madrid entre Sánchez y Joe Biden, para incrementar la flota norteamericana en la base de Rota (Cádiz), así como un punto redactado por el PP para recuperar «los ejes permanentes» en cuestiones de «vecindad», como rectificación al giro dado sobre el Sáhara y las relaciones con Rabat.
La Moncloa saca las leyes del CGPJ y Memoria con sus aliados, y el PP se abstiene en el decreto anticrisis
Al mismo tiempo, el Grupo Socialista apenas respaldó tres de las quince propuestas realizadas por Unidas Podemos, que solicitaba nuevos impuestos, además de los anunciados por el presidente a las compañías energéticas y a la banca el primer día del debate, y también una condena del salto a la valla de Melilla, uno de los asuntos que más ha enconado la relaciones entre los dos partidos que se sientan juntos en el Consejo de Ministros, tras las reiteradas muestras de «solidaridad» del jefe del Ejecutivo con la Gendarmería marroquí por los sucesos que causaron la muerte a decenas de personas en la frontera sur española.
Podemos solo logra que vean la luz propuestas menores de su documento. La puesta en marcha «cuanto antes» de la nueva ley de Educación, el fomento de la igualdad de género en la cultura y que las políticas de igualdad y feministas tengan la consideración de materias de Estado. Incluso el PP logró sacar adelante más resoluciones, cuatro en total, dos de ellas con el apoyo del Grupo Socialista. Entre las resoluciones también se incluyeron dos específicas sobre los impuestos a la banca y a las energéticas, que salieron adelante con el voto del PSOE y sus socios, el rechazo de PP y Vox y la abstención de Ciudadanos.
La renovación del TC
Por lo demás, en el pleno del Congreso el Gobierno logró también sacar adelante, en esta ocasión con sus apoyos tradicionales, la Ley de Memoria Democrática, uno de los principales proyectos de la legislatura, y la nueva reforma exprés del CGPJ, mediante la que Moncloa deja atada la renovación del tercio pendiente del Tribunal Constitucional (TC), que se acometerá como tarde en septiembre, cuando el propio Ejecutivo nombrará a los dos magistrados que le corresponden y el CGPJ a otros dos, pese a estar en funciones, tal y como le habilita la nueva norma.
El Ejecutivo también logró convalidar el segundo decreto de ayudas ante la espiral inflacionista, en la que el PP se abstuvo, a diferencia de su voto en contra al primer decreto. Entre las medidas aprobadas, la prorroga de la bonificación de veinte céntimos por litro de combustible, el cheque de 200 euros para las rentas por debajo de 14.000 euros anuales, la bajada del IVA de la luz al 5%, o el aumento de las pensiones no contributivas.
Otras resoluciones
Al terminar sus intervenciones en el debate el pasado miércoles, Sánchez mostró su disposición a apoyar propuestas de los grupos, muchos de los cuales habían lamentado durante todo el debate falta de empatía y diálogo por parte de La Moncloa. Singularmente lo hizo el Partido Nacionalista Vasco (PNV), cuyo portavoz, Aitor Esteban, llegó a reprocharle a Sánchez que gobernase «como si tuviera mayoría absoluta». Finalmente, los peneuvistas vieron aprobadas siete de sus iniciativas, entre ellas una para que el Parlamento «fomente el uso de lenguas oficiales reconocidas en el Estado en todos los ámbitos institucionales y públicos dependientes de la Administración General del Estado». Una resolución que solo se refiere a las comunidades autónomas, como el País Vasco, con varias lenguas cooficiales.
Génova cuela al Ejecutivo una rectificación al giro en el Sáhara dentro de las resoluciones
Concluido el debate sobre el estado de la nación, la bronca se instaló al abordarse la Ley de Memoria Democrática. La Cámara Baja la aprobó con una fuerte división –173 votos a favor, 159 en contra y 14 abstenciones–, en un encendido enfrentamiento que resquebrajó el hemiciclo en dos mitades: roja y azul, izquierda y derecha.
Clamaban PP, Vox y Cs contra el pacto con Bildu que crea una comisión de estudio para reconocer y resarcir a víctimas de violaciones de derechos humanos hasta 1983. Nada significativo para el PSOE, una victoria para Bildu y una traición para la derecha y el centro-derecha. Carolina Telechea, de ERC, subió el tono para justificar su abstención y dijo que la Transición «legalizó al fascismo». Nadie se inmutó en la bancada socialista. La polémica arreció al reivindicar Vox «el veinticinco aniversario por la paz» que organizó el dictador Francisco Franco en 1964.
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