Sumar y Podemos quieren que Sánchez apoye investigar en La Haya a Netanyahu

La portavoz parlamentaria de Sumar en el Congreso, Marta Lois, señaló este martes en una rueda de prensa que su formación «está completamente de acuerdo con la posición de Sudáfrica», aunque evitó solicitar directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que suscriba la citada denuncia.

En cambio, sí que lo hizo otra portavoz parlamentaria de su grupo, la adjunta primera, Aina Vidal, que pertenece al sector de los comunes. «Quiero empezar pidiendo el alto al fuego en Gaza y exigiendo al Gobierno de España que haga suya la iniciativa del Gobierno de Sudáfrica para que Netanyahu declare ante la Corte Penal Internacional (CPI)», expresó Vidal.

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Emilio V. Escudero

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Por su parte, Izquierda Unida, otra de las familias con peso en Sumar, ya había presentado ante la CPI en noviembre su propio informe de 30 páginas sobre los crímenes de guerra, de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos que imputan a Israel.

Aunque Podemos ya no forme parte del grupo parlamentario de Sumar ni del Gobierno de coalición, su secretaria general, Ione Belarra, hoy exministra, era la que lanzaba hasta hace dos meses los ataques más duros contra el gabinete israelí desde el Consejo de Ministros presidido por Sánchez. Llegando incluso a pedir en calidad de ministra al presidente que rompiera las relaciones diplomáticas con Israel y sentara a Netanyahu ante el Tribunal Internacional de La Haya.

Belarra envió este martes a Albares una carta instándole a que España suscriba «urgente y plenamente» el procedimiento iniciado por Sudáfrica contra Israel. «La situación es absolutamente demoledora e insostenible y requiere de acciones urgentes por parte de la comunidad internacional», abunda. La líder de Podemos avisa de que España debe actuar como le obliga la Convención sobre el Genocidio aprobada en 1948 y que Sudáfrica «necesita el respaldo de todos los países».

Además, Belarra avanzó que Podemos registrará más iniciativas parlamentarias en el Congreso para seguir presionando al Gobierno a que rompa las relaciones diplomáticas con Israel y apoye investigarle y sancionarle. «El apoyo público y jurídico al procedimiento iniciado por Sudáfrica contra Israel, como ya han manifestado otros países como Jordania, Bolivia o Malasia, es una medida coherente con los valores y principios rectores de la política exterior española y de este Gobierno», explica Belarra en la carta.

Este es el contexto que le ofrecen a Sánchez sus socios justo en la semana que regresa a Madrid la embajadora israelí, Rodica Radia-Gordon, después de la crisis diplomática con Israel que obligó al presidente a rebajar el tono respecto al conflicto. Ahora, Israel considera que existe «un cambio a mejor» en sus relaciones con España. Sin embargo, la diplomática fue llamada a consultas por su gobierno el pasado 30 de noviembre y regresó a su país después de una serie de declaraciones y actos del gabinete español que no sentaron bien a Netanyahu.

En noviembre, Sánchez visitó el paso fronterizo de Rafah, entre Egipto y Palestina, y allí denunció que «la matanza de civiles en Gaza es inaceptable». Israel condenó su visita y tildó sus palabras de «obscenas», recordándole el ataque de Hamás.

Además, en esos días el presidente también defendió el reconocimiento de Palestina como Estado. Venían además de que Belarra, en calidad de ministra, pidiera suspender las relaciones diplomáticas por un «genocidio planificado» contra Palestina, sanciones económicas, el embargo de armas y llevarles ante la CPI.

Y de que Sánchez nombrase a dos ministros de Sumar en el nuevo gobierno, Ernest Urtasun (Cultura) y Sira Rego (Infancia y Juventud), que votaron el 19 de octubre en contra de una resolución de condena y repudio en el Parlamento Europeo a los ataques que el grupo terrorista de Hamás perpetró contra la población civil israelí.