Los sobres con pólvora enviados a Moncloa, Torrejón y Defensa llegaron a Correos en Valladolid desde otra provincia
La Policía revisa paquete a paquete las cámaras de la empresa de mensajería para reconstruir el recorrido
Una carta explosiva con metralla llegó a Moncloa el pasado 24 de noviembre dirigida a Pedro Sánchez
Madrid
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Iniciar sesiónPaquete a paquete, la Policía analiza las cámaras del centro logístico de Correos en Valladolid, adonde llevó el rastro de los seis sobres con material pirotécnico que fueron interceptados en el Palacio de la Moncloa, la Base de Torrejón, el Ministerio de Defensa, una ... empresa de armamento de Zaragoza y las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en España.
El fin, tratar de reconstruir el itinerario que siguieron las cartas hasta llegar a su destino final. Y la conclusión– de acuerdo a las pesquisas practicadas hasta el momento y tras revisar horas y horas de imágenes–, que los paquetes llegaron a las instalaciones de Correos en Valladolid, en furgoneta y desde otra provincia limítrofe, porque es allí donde la empresa de mensajería canaliza la mayoría de envíos de la zona de Castilla y León. Así lo aseguran fuentes cercanas a la investigación consultadas por ABC.
De esta manera, la Comisaría General de Información, a quien la Audiencia Nacional encargó la investigación del caso, centra sus esfuerzos en seguir el recorrido que hicieron los paquetes, el primero interceptado el pasado 24 de noviembre, enviado como correo postal ordinario y dirigido contra el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A ese paquete le siguieron otros cinco, también con material pirotécnico, y dirigidos a distintas instituciones, una empresa de armamento y las embajadas de EE.UU. y Ucrania entre finales de noviembre y principios de diciembre.
Los sobres con material pirotécnico fueron enviados desde la provincia de Valladolid
Pablo MuñozNo hay sospechosos, ni la Policía ha solicitado ninguna diligencia al juzgado de la Audiencia Nacional que lleva el caso
El primer informe aportado por los investigadores al titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, José Luis Calama, señalaba que, de acuerdo a las primeras pesquisas, los envíos habrían sido confeccionados por un mismo autor. Apuntaban además a una ciudad: «El lugar de procedencia parece corresponder al territorio español, en concreto a la provincia de Valladolid», informó la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Y es allí hasta donde se ha ido a seguir el rastro.
Ante las dificultades de conocer con seguridad el origen de los envíos a través del sistema de trazabilidad de Correos, los investigadores han procedido al análisis de las cámaras de vigilancia del centro logístico. Y se han revisado horas y horas de grabaciones de las líneas transportadoras de las instalaciones, hasta dar con los seis paquetes sospechosos.
Se han rebobinado las imágenes y se ha seguido su recorrido hasta el momento en el que los sobres entraron en las instalaciones. Así, de acuerdo a las fuentes consultadas, se ha podido saber que los paquetes no se echaron a un buzón de Valladolid, sino que llegaron allí desde otra provincia limítrofe, en una furgoneta de Correos.
Otro rastro que siguen los investigadores, es el de los sellos utilizados en los paquetes. En al menos cinco de ellos, se habría utilizado el mismo (destacado en la imagen superior). Se trata de un sello conmemorativo, en el que se recoge el Monte Santa Trega, Pontevedra. Correos los presentó en el Concello de A Guarda y pertenece a la serie filatélica que la empresa de mensajería ha dedicado este año a la provincia gallega.
En concreto, forma parte de una tirada limitada de 135.000 ejemplares que Correos puso en circulación el pasado 24 de abril, lo que podría ayudar a acotar el lugar en el que el autor o autores de los paquetes compraron los sellos, si bien pueden adquirise desde cualquier parte de España. Cuestan 2,70 euros, el precio fijado para poder mandar un paquete por debajo de los 500 gramos, todo de acuerdo a los expertos en filatelia consultados por este diario.
Terrorismo
El pasado 30 de noviembre el juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, abrió una causa por un presunto delito de terrorismo, tras la explosión que tuvo lugar en la Embajada de Ucrania en Madrid y que hirió a un trabajador que manipulaba una de las cartas. A esas diligencias, se fueron incorporando el resto de envíos. Un total de seis que no estarían relacionados con los sobres ensangrentados y restos de animales que llegaron a varias embajadas de Ucrania en Europa, entre ellas España.
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