Sánchez reconoce que la ley del 'sí es sí' es «el mayor error que ha cometido» a lo largo de la legislatura
El presidente del Gobierno acude como invitado al programa de Jordi Évole dos días antes de su entrevista en 'El Hormiguero'
Dice que el sanchismo es una «burbuja» inventada por la derecha y la quiere «pinchar»: está plagada de «mentiras, manipulación y maldades»
El jefe del Ejecutivo señala a Irene Montero por haber hecho sentir «incómoda» a parte de la población española
Madrid
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Iniciar sesiónA menos de un mes de la segunda cita con las urnas de este año, los políticos ya han entrado de lleno en precampaña y los platós de televisión se han convertido en uno de sus principales escenarios. Bien lo sabe el presidente del Gobierno, ... Pedro Sánchez, que hace triplete en la pequeña pantalla en apenas una semana. La primera entrevista corrió a cargo de Wyoming en 'El Intermedio'. La de este domingo por la noche, de Jordi Èvole. Una entrevista grabada en el famoso restaurante madrileño Casa Labra, lugar en el que se fundó el PSOE hace 144 años. El presidente del Gobierno aprovechó su intervención en La Sexta para cargar contra la derecha política y mediática, culpable de «inocular veneno» contra su persona, su partido y su Gobierno.
Pese a no ser «perfecto ni aspirar a serlo», el actual jefe del Ejecutivo y candidato del PSOE asegura que llega a los comicios generales «con la convicción y el orgullo de lo hecho; con las ganas de ganar el 23J y con la preocupación que que podamos tener un Gobierno de Feijóo con Abascal». Garantiza «la integridad del sistema electoral español» y calcula una participación alta para el 23J, «70 y el 76%» porque «no hay que subestimar la política ni el poder del voto».
«Uno de mis principales errores -ha comenzado su intervención- es no haber sido capaz de percatar ni evaluar este veneno que ha inoculado esta derecha, tanto política como mediática y económica, en la sociedad española». El antisanchismo es una burbuja y la quiere pinchar: «Tengo que estar en todos los programas para pinchar esta burbuja de mentiras, de manipulación y de maldades», ha dicho. Reconoce que su 'único' error es no haber prestado atención al veneno que ha insuflado en la sociedad la derecha política y mediática.
«Manipulación -ha continuado- es decir que yo soy una persona completamente dispuesta a cualquier cosa con tal de seguir en el Falcon. Cuando, curiosamente, los Falcon son aviones comprados por una administración conservadora como la de Aznar. Que he hecho el mismo uso de ese medio de transporte que el resto del Gobierno a lo largo de toda la historia de la democracia», se ha expresado de manera contundente el líder del Ejecutivo español.
Pactaría «con cualquier partido»
En lo relativo a sus pactos con los herederos de ETA, explica que intenta «hablar de lo que hacemos, no de con quién lo hacemos». Por ello, confiesa que pactaría «con cualquier partido político» porque «lo importante es para qué, no con quién«. Aún así, reconoce que «no soy perfecto, ni nunca he aspirado a serlo». Asimilar el PSOE a ETA, no obstante, ha sido de las cosas que más le han dolido y de los momentos más difíciles de escuchar en el Parlamento: «Han dicho poco menos que hemos estado transigiendo con la violencia terrorista».
Mentir es el 11M y es ETA, no lo suyo. Porque «rectificar o reconocer errores como los que hemos cometido es una cosa distinta. Que yo he cambiado mi posición sobre la política en Cataluña es evidente y lo he reconocido. Y lo he hecho por un fin mayor: la convivencia. Hoy Cataluña está mucho mejor que en 2017», sentencia. «Cuando se dice que yo he gobernado con Bildu... eso no es cierto. A mí con Bildu me separa una distancia abismal, Aún tiene que recorrer un camino que aun no ha recorrido. Gobernar es tener ministros de ese partido político. Cuestión distinta es que nosotros lleguemos a medidas o leyes que pactemos con una formación u otra. «Es el qué, no con quién», insiste. En cuanto a las polémicas listas de Bildu con 44 etarras, se ha limitado a decir que fue un «error, una barbaridad».
Pactos con Bildu
«A mí con los de Otegi me separa una distancia abismal. Gobernar es tener ministros de ese partido. Cuestión distinta es llegar a medidas o leyes con ellos. Importa el qué, no con quién»
Preguntado por si se avergüenza de sus pactos con los independentistas vascos y catalanes, no duda ni un segundo: «No, en absoluto, yo nunca me he avergonzado». No es estrategia, sino «convicción»: «Actué sobre uno de los principales problemas que heredé, como el de Cataluña. No está resuelto, pero los catalanes, al menos, pueden respirar tranquilos».
Mohamed VI no es un «rey absolutista»
«Usted se levanta por la mañana y se hace un paseo por las distintas emisoras de radio. Ve los programas matinales, ve las teles y ya para acabar el día, echa un vistazo a algunos de los programas de entretenimiento que hay. Y verá la desproporción que hay entre las visiones conservadoras o ultraconservadoras que se dan a los debates públicos respecto a las progresistas«. Es por ello que se ha propuesto conceder todas las entrevistas posibles de aquí a la cita con las urnas. No descarta si quiera intervenir en el programa de Ana Rosa, con quien no comparte especialmente buena sintonía. Por otro lado, ha mostrado cierto 'arrepentimiento' a la hora de no haber acudido a medios críticos con su Gobierno como ABC, La Razón o COPE. Aunque justifica su ausencia en estos con su frenética agenda de estos últimos cinco años al frente de La Moncloa.
La entrevista también dio de sí para abordar el giro de Sánchez sobre el Sahara, el cual volvió a justificar. Afirmó que la relación con Marruecos es «estratégica» y que no comparte la visión de que Mohamed VI sea «un monarca absolutista», como lo definió el entrevistador, Jordi Évole. «Durante cincuenta años que dura el conflicto saharaui no ha habido ningún avance, y si la comunidad internacional dice que hay que encontrar otras vías siempre con la premisa de que tienen que ser acordada por ambas partes, España tienen que estar dentro», se excusa.
¿Cedió ante Marruecos para que se calmara la inmigración y los saltos a la valla? No ha querido entrar en materia. Se ha limitado a afirmar que «la relación con el Reino alauí es estratégica: comercial, de seguridad y lucha contra el terrorismo y de política migratoria». En cuanto a esta última, era inevitable aludir a la tragedia de Melilla de hace un año que, según él, «fue un hecho absolutamente lamentable, dramático, que hay que hacer todo lo posible para que no vuelva a suceder. Pero las causas de lo que se vivió en Melilla empiezan miles de kilómetros atrás, en los países de origen de estos migrantes».
El cese de Montero
En cuanto al linchamiento público de Pablo Iglesias e Irene Montero, opina que «todo es lo mismo, una excusa para tratar de derogar la España que hoy es y que hemos construido. No van a hablar de lo hecho, sino de los actores que hemos liderado este cambio», sentencia. Con el exvicepresidente, la relación «siempre ha sido correcta», aunque nunca «estrecha», ya que «tiene unas convicciones muy fuertes que no son las mías».
Por otro lado, la ley del 'sólo sí es sí', con efectos indeseados y rebaja de penas a agresores, ha sido «el mayor error que he cometido en esta legislatura», asevera con rotundidad. No obstante, el cese de la ministra de Igualdad nunca estuvo encima de su mesa: «En absoluto, al contrario; pese a las discrepancias con Irene Montero, siempre he antepuesto la estabilidad porque creía que lo más importante era sacar adelante las leyes y las políticas de protección ante la pandemia y ahora, la guerra».
23J y Sumar
«Voy a ganar las elecciones en escaños y votos. Vamos a tener una mayoría progresista. No vamos a sacar mayoría absoluta, tendremos que pactar con Yolanda»
El espacio final del programa ha estado dedicado al presidente del Partido Popular (PP): Alberto Núñez Feijóo, a quien define como «buen líder», pero sólo «de la oposición porque es una persona que ha sido una decepción para mucha gente». En este sentido, pensaba que «estaba delante de alguien moderado, pero que al final se ha vuelto a refugiar en lo de siempre: el sanchismo». Y eso es manipular, mentir y verter maldades, ha repetido. «Yo creo que voy a ganar las elecciones en votos y en escaños. Vamos a tener una mayoría progresista», asegura con firmeza. Pero, «no vamos a sacar la mayoría absoluta, tendremos que Sumar con Yolanda». Lo importante es que, de aquí a un mes, «no se ve dejando de lado la política». Aún queda Pedro Sánchez para rato o, por lo menos, así lo cree él.
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