Sánchez aprovecha su acto con ciudadanos en Moncloa para anunciar un subsidio a las empleadas del hogar

Sánchez ha expresado que con esta iniciativa, que ya adelantó la semana pasada la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se reconocerán los derechos y la dignidad laboral de las trabajadoras del hogar y el Gobierno «asumirá como propio y hará realidad» la petición de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tras ratificar en junio por unanimidad el convenio 189 de este organismo que obliga a reconocer el paro a este colectivo.

Ha sido el principal anuncio de un acto con el que el jefe del Ejecutivo ha querido dar otro pistoletazo de salida al inicio de un curso político que tiene en el horizonte las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023. Los cinco ciudadanos seleccionados, de entre los cientos de miles que desde 2018, según el Gobierno, han enviado peticiones o propuestas a La Moncloa por correo electrónico u ordinario, han sido una empleada del hogar de Tomelloso (Ciudad Real), una estudiante de Bachillerato de Madrid, una profesora jubilada de Córdoba, un profesor de Educación Física de Valencia y una estudiante de Derecho de Barcelona.

La primera de ellas, de nombre Almudena, es que la ha recibido respuesta a su petición en forma de un anuncio concreto, que este martes aprobará el Consejo de Ministros. «Escribí esa carta a la presidencia, porque después de tantos años creemos que nuestras condiciones deben mejorar» ha señalado esta ciudadana de Castilla-La Mancha en referencia a quienes prestan servicios domésticos.

El presidente, que ha llegado acompañado de esos cinco ciudadanos mientras las decenas restantes esperaban, en unas sillas colocadas frente a las escalinatas principales del complejo presidencial, ha pronunciado un discurso de cerca de una hora de duración, cuyo contenido proyectaban las habituales pantallas de teleprompter (la herramienta que utilizan los presentadores de informativos en televisión) dando respuesta a las inquietudes planteadas previamente por los invitados.

Todas ellas de carácter genérico, como las pensiones, el cambio climático, la igualdad de género o la obesidad infantil, pero ninguna sobre un aspecto concreto de la gestión gubernamental. En el acto no ha habido quejas ni críticas al presidente, y tampoco preguntas muy directas ni remotamente comprometidas. Los asistentes han planteado sus preocupaciones, instando al jefe del Ejecutivo a actuar y hacer frente a las mismas.

Moncloa ha aprovechado además para inaugurar un nuevo lema, «Gobernamos contigo», que se proyectaba en dos pantallas y que recuerda al recientemente estrenado por el PSOE, «El Gobierno de la Gente«. Sánchez ha vuelto a prodigar sus críticas y alusiones a los «poderes» y sus «intereses», que estarían en contra de la acción de un gobierno de coalición, el del PSOE con Unidas Podemos, cercano a las verdaderas preocupaciones de la ciudadanía. Así, ha enfatizado lo importante de «luchar contra esa idea de que se elige a quien gobierna pero no a quien manda, de que hay poderes económicos que están por encima de las instituciones democráticas».

Sánchez, además, ha realizado un discurso muy optimista en el terreno económico, advirtiendo incluso sarcásticamente contra «los profetas de la catástrofe». Para el presidente, no hay apenas nubarrones para el futuro económico de España, más allá de «los precios y la crisis energética» y sí «fortalezas» como las del crecimiento, «los datos nos dicen que estamos creciendo a un ritmo mayor que el de las economías de la Unión Europea (UE) o las economías más desarrolladas»; como las estadísticas de paro y afiliación, «los datos nos dicen que hemos cerrado agosto con 409.000 parados menos que el año pasado, y que tenemos más de veinte millones de personas cotizando a la Seguridad Social», o como «la consolidación fiscal» o las exportaciones.

«La deuda pública y el déficit se están reduciendo» ha remarcado, y «la industria se mantiene a un buen ritmo, tanto como las exportaciones de nuestras empresas, que han crecido un 26 por ciento en lo que va de año» ha sentenciado, matizando que «nada más lejos de mi intención que poner paños calientes».

Igualmente, Sánchez ha aprovechado las apelaciones de los invitados a diversos asuntos para reivindicarse como gobernante. Ante las alusiones al cambio climático ha arremetido veladamente contra el Gobierno de Mariano Rajoy y su «impuesto al sol», como se conoce peyorativamente al gravamen impuesto en su día al autoconsumo eléctrico, una medida que para el presidente va en la línea de favorecer a los poderes y desatender las demandas ciudadanas. Ante la preocupación expresada por las intervinientes más jóvenes por la igualdad de género ha puesto en valor la reciente aprobación en el Congreso de los Diputados de la llamada ley del «solo sí es sí».

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Ante el problema de la obesidad infantil ha dicho que muchas veces está vinculada a la pobreza de muchas familias, y en ese terreno ha sacado pecho de la implantación del Ingreso Mínimo Vital y del aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), sin especificar si comparte la subida a 1.100 euros al mes que exigen ya los sindicatos. Sobre las pensiones, preocupación que le planteaba la profesora jubilada de Córdoba, de nombre Inés, ha insistido genéricamente, sin hacer ningún anuncio concreto, en que «la dignidad laboral y salarial también llena la hucha de las pensiones».

A su llegada al acto, Sánchez ha dado brevemente los buenos días a los asistentes, interesándose por el lugar de procedencia de algunos de ellos. Al término de su discurso, el presidente del Gobierno se ha fotografiado con todos ellos en las escalinatas de La Moncloa, y les ha dicho: «¿A alguien le apetece dar un paseo?» cosa que luego ha hecho con los invitados. La presentadora del evento, la periodista Carme Chaparro, le ha preguntado al inicio del mismo a Sánchez, resaltado la importancia de la tribuna que iban a tener los ciudadanos, sobre quiénes habían hablado ante ese mismo atril recientemente, a los que Sánchez ha contestado aludiendo a las recientes visitas a Madrid, con motivo de la cumbre de la OTAN, de los presidentes de EE.UU. y Canadá, Joe Biden y Justin Trudeau.