La inflación ceba a las exportaciones, que suben un 24,8% hasta junio

Entre los sectores que más contribuyeron al crecimiento de las exportaciones, los productos químicos y energéticos. Las ventas de estos últimos en el exterior subieron un 120,9% interanual (17.949,7 millones de eros) por un 65,8% en términos de volumen. Sus precios crecieron un 33,3% en los seis primeros meses del año.

De nuevo, la Unión Europea (UE) volvió a ser en el primer semestre del año el destino principal de nuestras exportaciones y más de la mitad se focalizaron en la Eurozona. En concreto, España exportó a sus socios comunitarios un 26,1% que en el año anterior y un 22,8% más a terceros países. Especialmente se incrementaron las exportaciones a Latinoamérica (+35%), America del norte (20,3%) y Oriente Medio (+24,3%). Las autonomías donde más aumentó la actividad exportadora fueron Canarias, Islas Baleares y la Comunidad de Madrid. Para la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, todo lo anterior es la prueba del «gran dinamismo» del comercio exterior y destacó que este buen comportamiento «alcanza a todos los sectores». Sobre el enquistamiento del déficit comercial achacó esta circunstancia al efecto de los productos energéticos, y «la consolidación en la recuperación de la demanda interna». Ade más de por el encarecimiento de otros productos por el fuerte alza de la energía. «Esto hace que se mantenga el déficit comercial similar al de los meses anteriores», concluyó Méndez. Por su parte, el director general de la patronal de las industrias internacionalizadas AMEC, Joan Tristany, destaca la «consolidación y madurez del sector exterior que, fundamentalmente, hoy viene determinado por las industrias, sobre todo, de bienes».

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En su opinión, el representante de AMEC cree que las exportaciones seguirán subiendo en el segundo semestre aunque «habrá que estar atento a lo que pase con Alemania cuando entremos en el otoño e invierno y a que no haya ningún brote más del Covid, además de a la evolución de los tipos de interés y si existirá o no un acompasamiento en las decisiones de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo ». Tristany reconoce que, entre las empresas, había temor a que se pudieran ejecutar mucho de los pedidos «por la falta de disposición de materias primas» y apunta a «una desaceleración en el ritmo de crecimiento» y descarta que regresen las inflaciones del 1 o 2%.

En todo caso, y a pesar de la buena salud de las exportaciones españolas al calor del auge de pedidos a principios de año, la industria si que empieza a percibir una ralentización en la nueva demanda. Tristany explica que la inversión de las empresas industriales en nuevos equipos está descendiendo por ese motivo, «lo que adelanta una desaceleración de la actividad». Aunque todavía no adelanta si este freno llevará a la demanda hacia una normalización en cambio el golpe será más importante.

Con todo, el buen ritmo de ventas no se está traduciendo en un gran incremento de beneficios para las empresas españolas. Porque la múltiple coyuntura de subidas de la factura energética, materias primas y coste del transporte se ha comido el margen de las compañías y también está disparando sus deudas.

Como ya adelantó este periódico, multitud de empresas industriales se han visto obligadas sobreendeudarse para poder hacer acopio de suministros y así evitar futuras tensiones de producción, como los que han sufrido muchas de ellas en los dos últimos años. La última estadística del INE sobre nivel de existencias de mercaderías en el comercio ya señalaba un aumento de 'stocks' superior al 14% en el comercio mayorista durante el primer trimestre.