Sánchez evita hablar de Venezuela con Xi en su visita oficial a China
El presidente del Gobierno reconoce estar reconsiderando su posición sobre los aranceles europeos a los coches eléctricos chinos para «evitar una guerra comercial»
Doble derrota del Gobierno en su primer día de vuelta al Congreso

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha concluido esta mañana su viaje oficial a China. Durante una rueda de prensa, ha calificado este «importante» desplazamiento como «un éxito». «Esta visita ha contribuido a acercarnos más a un socio fundamental, a abrir puertas a una ... cooperación más sólida en áreas de interés mutuo (...). En definitiva, creo que el resultado de este viaje es sobresaliente», ha señalado. «El primero de los objetivos que manifesté fue el de seguir impulsando la relación con China en un contexto geopolítico complejo», ha comentado
Sánchez, «un socio fundamental para tratar grandes desafíos internacionales como son los conflictos en Ucrania y en Gaza, también la emergencia climática, la Agenda 2030, la financiación al desarrollo, puntos sobre los que pude conversar especialmente con el presidente Xi».
El presidente, sin embargo, ha reconocido no haber mencionado Venezuela durante su encuentro personal con el líder, pese a que China representa el principal apoyo del régimen de Nicolás Maduro en la escena global y fue uno de los primeros países en reconocer su supuesta victoria electoral. «No hablamos sobre esa cuestión», ha despachado, sin que el apurado formato de la rueda de prensa –cuatro intervenciones a repartir entre medios oficiales chinos, prensa española e internacional tras un parlamento inicial– haya permitido preguntar por qué.
Sánchez ha defendido el asilo concedido este domingo a Edmundo González Urrutia, el líder de la oposición venezolana y aparente vencedor de los comicios, como una medida humanitaria y ha desestimado las quejas del Partido Popular. «La pregunta que tendríamos que hacernos es, si una persona pide asilo al Gobierno de España y nosotros decimos que no, ¿cuál hubiera sido la reacción, en este caso justificada, no solamente de la oposición o del sistema político español sino del conjunto de la sociedad española? Yo creo que el asilo no deja de ser un gesto de humanidad, un compromiso civil y humanitario de la sociedad español con personas que por desgracia están sufriendo la persecución y la represión».
Desde una dimensión política, ha insistido en que su Gobierno no ha reconocido la supuesta victoria de Maduro y ha exigido la publicación de las actas. «Trabajamos por la unidad de la Unión Europea para que esa unidad nos permita tener margen de mediación de aquí a finales de año para que podamos encontrar una salida que vincule la voluntad democrática expresada en las urnas por el pueblo venezolano».
Acuerdos verdes
El presidente del Gobierno ha destacado la firma de ocho acuerdos con instituciones públicas y sector privado, en ámbitos diversos como comercio, inversión, cultura, ciencia, educación y desarrollo verde. Entre ellos ha enfatizado el alcanzado con la energética Envision para la fabricación en España de electrolizadores para la producción de hidrógeno verde. «Esta importante empresa china va a liderar una inversión de casi 1.000 millones de euros, con un impacto en la creación de empleo de un millar, tanto directos como indirectos, y evidentemente también las indudables economías de escala y oportunidades de negocio para empresas españolas».
«Creo que esta es una apuesta conjunta, en definitiva, que consolida la posición de liderazgo de España en el ámbito del hidrógeno verde, no solo en la Unión Europea sino a escala mundial, y nos permite avanzar en nuestro objetivo de ganar competitividad descarbonizando nuestra economía y creando industria en territorios donde difícilmente antes había esas oportunidades», ha enfatizado.
El presidente ha celebrado también la presencia de empresas españolas en el gigante asiático «desde hace décadas», como Mondragón, cuyo complejo industrial ha acogido su intervención.
España, lejos
En clave nacional, ha matizado sus polémicas declaraciones del sábado pasado con respecto a la relación de su Ejecutivo con el poder legislativo. «Este Gobierno, por convicción y también por necesidad porque es un Gobierno de coalición con una minoría parlamentaria, estamos constantemente tendiendo puentes a todos los grupos parlamentarios para sacar adelante todas las reformas», ha concedido.
«Por lo tanto desde el punto de vista del Gobierno de España máximo respeto, máxima colaboración, y tender puentes con todos los grupos parlamentarios salvo como uno, como he manifestado en reiteradas ocasiones. Lo que también dije es que el Gobierno de España, como poder Ejecutivo, no va a renunciar a una hoja de ruta».
En referencia a la matemática parlamentaria que dificulta la aprobación de nuevos presupuestos y la consiguiente parálisis institucional, la cual afeó en el pasado al Gobierno de Mariano Rajoy, Sánchez ha destacado que su Gobierno ha aprobado tres presupuestos a lo largo de estos seis años. «Nuestra ambición es continuar aprobando presupuestos», ha rematado.
El presidente también ha tenido palabra para el controvertido pacto fiscal acordado para la formación del nuevo Gobierno de Cataluña. «Después de lo que sucedió en 2017, creo que fue un año muy aciago en términos políticos y de convivencia en nuestro país (...), creo que la política tiene que extraer conclusiones (...), no cultivar el agravio territorial y la confrontación territorial entre comunidades autónomas». Sánchez ha ensalzado la acción de su Gobierno «con resultados evidentes». «Ahí están sus frutos, la propia sociedad catalana está abrazando y apoyando mayoritariamente estas políticas y el proyecto de país que hemos puesto en marcha de seis años a esta parte». En ese sentido, ha defendido el nombramiento de Salvador Illa, alguien «que apuesta por la convivencia entre catalanes y por la integración de Cataluña en el proyecto común» como un cambio sistémico.
«Yo soy un firme convencido de que lo que es bueno para Cataluña es bueno para el conjunto del país Esa dialéctica de que son vasos comunicantes, si es bueno para uno es malo para el resto, yo creo que nos llevó a 2017 y yo no quiero volver a repetir ese camino», ha sentenciado.
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