Sánchez se dedica a hacer oposición a la oposición en lugar de dar explicaciones
El presidente ataca la corrupción y los recortes del PP y pide las elecciones anticipadas que él se niega a convocar
Feijóo arrincona a Sánchez por el cerco judicial: «Yo no le amnistiaré»
Sánchez renuncia a presentar los Presupuestos este año tras el órdago de Puigdemont
Juan Casillas Bayo y Ainhoa Martínez
Madrid
La estrategia estaba claramente definida en la Moncloa. Tal como avanzaba este miércoles ABC, Pedro Sánchez se ha puesto el traje de líder de la oposición a la oposición para atacar la gestión de los Gobiernos del PP y confrontar modelos. De este ... modo, el presidente ha pasado de puntillas por las polémicas que rodean al Ejecutivo, desde la corrupción hasta su voluntad de seguir hasta 2027 sin apoyos para aprobar ninguna ley, y ha tratado de girar el tema de conversación hacia la situación de los servicios públicos en España.
En otras palabras, y siempre en el marco del PSOE, hacia la pésima gestión de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, que ha identificado con «los recortes y las privatizaciones». «Una forma de corrupción encubierta. La que más daño hace a España», según el presidente. «Ese es su manual de instrucciones: recortes, privatizaciones y si algo te sale mal y te pillan, niégalo todo y culpa a las víctimas», ha relatado en el turno de réplica.
Durante toda su intervención, Sánchez ha enumerado los temas por los que comparecía y ha ido desgranándolos. A todos ellos les seguía un breve resumen, hasta que ha llegado el turno de los servicios públicos, un epígrafe introducido a iniciativa del Ejecutivo. Lo mejor, para el final. Ahí Sánchez se ha explayado. Ha empezado con la Comunidad de Madrid, criticando la privatización de la sanidad y poniendo el foco en los conciertos cerrados con el grupo Quirón, y ha seguido con Andalucía, por los cribados contra el cáncer, y con la Comunidad Valenciana, por la dana.
El presidente ha salido al ataque desde el principio. Habitualmente, en este tipo de comparecencias Sánchez utiliza su primera intervención para hacer un relato de la acción de gobierno, con un tono más institucional, y dejaba el cuerpo a cuerpo, la ofensiva, para el turno de réplica. Sin embargo, en esta ocasión, el jefe del Ejecutivo ha empezado desde un inicio atacando la «oposición destructiva, abonada al esperpento y rendida a la ultraderecha» y el «colapso político e intelectual de la derecha tradicional».
El objetivo: tratar de esquivar su debilidad parlamentaria, proyectando las carencias de la oposición. «No hay proyecto político», ha sentenciado, confrontando este «fracaso» a un Gobierno que ha conseguido que «España funcione». Sánchez ha dibujado a un Feijóo que «agacha la cabeza frente a Vox» y que ocupa un papel «secundario», «de copiloto» de la ultraderecha.
Mano tendida a Junts
En este punto, también ha lanzado mensajes a Junts, por su decisión de bloquear la legislatura, y ha demandado que prioricen las políticas «en beneficio de la gente». El presidente ha reflexionado sobre la aritmética que salió de las elecciones generales y le ha recordado a Míriam Nogueras que su deber «no es dinamitarlo ni bloquearlo, sino trabajar con esa realidad. Dialogar, negociar y llegar a acuerdos».
«Mi grupo necesita sus votos, como los de otros muchos grupos, pero también su grupo necesita mis votos. ¿O es que va a negociar con quien desprecia la identidad de Cataluña y niega su autogobierno?», le ha preguntado a la portavoz de Junts. Sánchez ha emplazado a elegir entre «un bloqueo que no conduce a nada o un diálogo que mejora el autogobierno» y ha avanzado que van «a seguir trabajando para cumplir los compromisos». El presidente también le ha recriminado sus insultos, Nogueras se ha referido a Sánchez como «cínico e hipócrita» en su primera intervención, y le ha recordado que, pese a que se erija en la voz de Cataluña, el primer partido allí es el PSC.
Sánchez dará explicaciones este miércoles en el Congreso sobre el bloqueo tras la ruptura con Junts
Juan Casillas BayoLa Junta de Portavoces aprueba incluirlo en su comparecencia junto a la corrupción y las últimas cumbres internacionales y el presidente pide también hablar sobre los servicios públicos para atacar al PP por los cribados de cáncer de mama
Tan descarada ha sido su diatriba que Alberto Núñez Feijóo ha comenzado su primera intervención haciendo hincapié en esta cuestión. «Señorías, ha terminado el líder de la oposición al Partido Popular y ahora me toca a mí», ha señalado jocoso. El presidente, que apenas ha mencionado «un caso de cohecho y malversación» que afecta a sus dos anteriores secretarios de Organización, ha dicho que hay otra forma de «corrupción», como es la privatización de servicios públicos a cambio de «favores».
Sánchez ha vuelto a reiterar su voluntad de resistir hasta 2027 y ha reivindicado su política de «tolerancia cero» con la corrupción. Sin un ápice de autocrítica y rehuyendo cualquier explicación, ha expuesto que la corrupción «adopta muchas formas» y, entre ellas, la de aquellos «partidos políticos que recortan para beneficiar a algunos». Una forma de corrupción, que no está contemplada jurídicamente, pero que «afecta en las aulas, en la sanidad y en el Estado del bienestar. El alma de España», ha dicho.
En este punto, Sánchez ha vuelto a recordar el volumen de inversión que el Gobierno central, bajo su mandato, ha hecho en las autonomías —300.000 millones de euros más que el Ejecutivo de Mariano Rajoy— para desentenderse de la pérdida de calidad de vida de los españoles, endosándosela a los responsables autonómicos. «¿Por qué los servicios públicos están empeorando? Porque las CC.AA. están destinando ese dinero a las élites», ha reseñado.
Así, el presidente ha ido al ataque contra la Comunidad de Madrid, «que se ha convertido en un casino en el que Quirón siempre gana y los ciudadanos siempre pierden»; contra Andalucía, donde el dinero «no va a contratar sanitarios, sino a rebajar impuestos de las élites»; o la Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Galicia, la Región de Murcia y Castilla y León, que también han sido blanco de las críticas, para cerrar el rosario de regiones gobernadas por el PP. Sánchez se ha lanzado a la batalla ideológica con PP y Vox, asegurando que «defender España no es sacar la bandera del aguilucho, gastar el cinco por ciento en defensa o atacar a los inmigrantes; defender a España es apostar por escuelas públicas, invertir en residencias públicas, esa es la España que merece la pena defender».
Los ataques contra Isabel Díaz Ayuso se han multiplicado, llegando incluso a hablar de «economía circular» para definir al «clan Ayuso-Quirón que se está forrando a costa de todos». «¿Y qué hace el señor Feijóo? Callarse y mirar hacia otro lado, no vaya a ser que le hagan lo de Casado», ha sentenciado.
Además, el jefe del Ejecutivo ha vuelto a hacer una llamada a las urnas en la Comunidad Valenciana, tras la gestión de la dana. En un llamamiento poco habitual, Sánchez se ha dirigido a Vox para que no facilite un Gobierno del PP en la región . «Señor Abascal, no pacten con la derecha, permitan que los ciudadanos valencianos vayan a elecciones. El Gobierno va a estar vigilante para que ninguno de los acuerdos de PP y Vox vulnere los derechos y libertades de los valencianos», ha advertido. No es la única vez que Sánchez ha demandado la convocatoria de unas elecciones anticipadas en la Comunidad Valenciana, la misma que él se niega a celebrar en España. En su última intervención, tras decir Feijóo que él habló con Mazón antes que Sánchez y fue al Cecopi antes que el presidente, el socialista ha incidido en su crítica y le ha preguntado a Feijóo sobre qué hablaron y si es cierto, como dijo Mazón cuando anunció su dimisión, que Feijóo le recomendó que no pidiese la declaración de la emergencia nacional.
Antes de pasar a la embestida contra los populares, el presidente ha presumido de llevar al Consejo Europeo el debate de la vivienda. Y ha anunciado el envío de 46 millones de euros a Palestina. Todavía tenía un tema sobre el pupitre, la gobernabilidad tras la ruptura anunciada por Junts, y con algún guiño a su exsocio, al que ha invitado a retomar la senda del acuerdo, ha vuelto a la carga contra una oposición «destructiva» y de «bloqueo». Él, en tono electoralista, ha dedicado la mayor parte del tiempo a criticar las políticas del PP, actuales, sí, pero también pasadas con los recortes y la austeridad durante la crisis financiera.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete