Feijóo arrincona a Sánchez por el cerco judicial: «Yo no le amnistiaré»

«Para ser presidente del Gobierno tiene que poder hablar mirando a la gente, y usted solo puede hablar mirando a su abogado», llegó a espetarle justo después de hacerle algunas preguntas. Pareció por un momento la segunda parte de la comisión de investigación en el Senado que no salió al PP como esperaba hace días cuando sentó a Sánchez como compareciente. Y Feijóo se resarció: «¿Ya le consta quién era Koldo o sigue siendo algo anecdótico? ¿Le consta si Cerdán sigue siendo un socialista decente? ¿Alguien le dijo algo de Ábalos y puede decir por qué le volvió a meter en listas tras cesarle? ¿Sigue sin acordarse de nada?», lanzó despertando aplausos de su bancada.

A continuación trató de acorralarle con tres preguntas que siguen sin aclararse de todos los casos que se investigan en los tribunales. La primera, dijo el líder de la oposición, si puede asegurar que la campaña de primarias se financió de manera legal y sin que su suegro participara. La segunda, siguió Feijóo, si llamó a algún empresario pidiendo patrocinio para su esposa. Y la tercera, concluyó, si ya sabe dónde vive su hermano. «Mire bien en todas las habitaciones de Moncloa a ver si sigue allí», zanjó irónico.

La otra gran idea del discurso de Feijóo fue insistir en que el tiempo de Sánchez «se ha acabado», emplazando al presidente a convocar elecciones generales cuanto antes para acabar «con el bloqueo y la parálisis» de España. Entre críticas al propio PSOE por «estar normalizando lo inaceptable», el líder de la oposición fue especialmente crítico con los socios parlamentarios que sostienen al Gobierno. Y uno por uno envió recados.

«Con Bildu no tengo nada que hablar. A nadie sorprende su connivencia con el delito, pero al menos son coherentes con sus antecedentes», dijo. Luego se dirigió a Podemos y ERC: «Tampoco espero nada de quienes compartieron bandera con la ejemplaridad de Ábalos y el feminismo de Errejón». Miró a Gabriel Rufián: «Al menos esta vez ahórrese las lecciones. La izquierda no es que no pueda robar, es que ha robado y lo hace contando con su silencio».

Después llegó el plato fuerte: PNV y Junts. «Ustedes saben como yo que esto es insostenible. Y que no les va a salir gratis. Les pasará factura apoyar un gobierno de izquierdas populista porque son responsables del deterioro de Euskadi y Cataluña». No se quedó ahí: «A Junts le ha pasado ya. Y al PNV le pasará. Se quedarán sin poder, sin principios, sin votantes y sin influencia en Madrid». A todos los socios se dirigió recordándoles que en este momento sostienen un Gobierno «que defiende un partido investigado por la Audiencia Nacional por financiación irregular y por blanqueo»; «a un ministro que sigue tras demostrarse su conexión en la trama» y que tenían a una militante, Leire Díez, «trabajando en las cloacas para extorsionar por orden de Ferraz».

Y en mitad de todo el discurso también Feijóo dio una noticia pensando en su futuro Gobierno si es que llega a la Moncloa. Fue al responder a Sánchez sobre su política de Vivienda -que la censuró duramente- con reproches inequívocos: «Llegó a una España de propietarios y dejará una España de precarios». Denunció el «intervencionismo» del Gobierno, yendo en la dirección contrario de lo que marca la Comisión Europea según el líder del PP, y recordando realidades actuales como que ya un sueldo completo no basta para pagar un alquiler en España.

También reprochó que la Cámara Baja tiene paralizados varios textos legislativos como la Ley del Suelo o la Ley de Propiedad Horizontal del PP que permitirían mejorar el mercado inmobiliario. Y además aseguró que si gobierna la vicepresidencia primera de su Gobierno tendrá la cartera de Vivienda, para dejar claro que será una de sus grandes prioridades.

Antes defendió a los gobiernos autonómicos contra los que cargó Sánchez de manera constante, llegando a asegurar que a partir de ahora fiscalizarán todos los fondos públicos que las comunidades destinan a sanidad, educación y dependencia.