La resistencia de Robles retrasa el embargo de armas a Israel
Defensa anula dos contratos por mil millones con empresas israelíes antes de la aprobación del real decreto
Robles defiende que las Fuerzas Armadas no mantienen «ningún contrato con Israel»
Moncloa utiliza Gaza para asfixiar a Sumar y agitar la calle
Madrid
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Iniciar sesiónPedro Sánchez está teniendo problemas para aterrizar su anuncio estrella en la ofensiva gubernamental contra Israel. El efectismo de la proclama de un embargo de armas –en el marco de la lucha contra el «genocidio» en Gaza– choca con la efectividad de una medida difícilmente realizable en la práctica ... . Fuentes gubernamentales reconocen la «complejidad técnica y jurídica» de un redactado que no estaba siquiera perfilado cuando el presidente del Gobierno avanzó su aprobación en Consejo de Ministros. El texto requiere, además, de la necesaria implicación de varios ministerios que no habían empezado a trabajar en él cuando Sánchez improvisó su advenimiento en una declaración institucional desde la escalinata del Palacio de la Moncloa. El enclave de las grandes ocasiones. En el Gobierno reconocen que hay un sector que ha «apretado» para poder aprobarlo cuanto antes, pero se ha acabado imponiendo el que pidió cautela y rigor en el diseño de la norma. Quien ha liderado estas resistencias ha sido el Ministerio de Defensa que deslinda la «potencia» del gesto político, de la realidad. «Los discursos políticos son unos y la realidad es otra. No podemos engañar a la gente», aseguran desde el departamento que dirige Margarita Robles.
En el Gabinete reflexionan que en un contexto de comercio global, un embargo total es irrealizable y recuerdan que, independientemente de lo que decida a hacer España, hay otros países OTAN que utilizan tecnología israelí. «Si no entran por aquí, entrarán por otro lado», resaltan. Esto choca con el discurso de Sánchez, que aseguró que se promovería la «prohibición legal y permanente de comprar y vender armamento, munición y equipamiento militar a Israel», esto es, blindar «jurídicamente el embargo de armas a Israel» que España «viene aplicando ya de facto desde octubre del año 2023». Sin embargo, esto tampoco es real. Nuestro país ha seguido comprando material militar israelí meses después de esta fecha –cabe recordar la polémica por las balas que arrasó a Fernando Grande-Marlaska– y el bloqueo total que comprometió el presidente genera dudas por su materialización. Habrá que esperar a la letra pequeña del redactado del real decreto ley para escrutar si afecta a las tecnologías de doble uso o al material militar israelí que utilizan las Fuerzas Armadas españolas, por ejemplo.
También habrá que detallar qué ocurre con los contratos vigentes y, por tanto, si el embargo es total o deja resquicios para sortearlo. En este sentido, es sintomática la reciente anulación –por parte del Ministerio de Defensa– de dos contratos con empresas israelíes por valor de 1.000 millones de euros. Un paso previo a la aprobación y entrada en vigor del citado real decreto ley que explica, en parte, el retraso en el calendario. El presidente anunció el pasado 8 de septiembre su aprobación, pero ya ha dejado pasar dos reuniones del Consejo de Ministros sin hacerlo efectivo. Mientras esto se produce, Defensa sigue trabajando a marchas forzadas en el plan de desconexión tecnológica y militar con Israel, buscando alternativas españolas y europeas para que las Fuerzas Armadas puedan disponer de los programas que necesitan sin necesidad de recurrir a Israel. Toda esta burocracia se debe adelantar antes de la vigencia del embargo de armas. En concreto, la Plataforma de Contratación publicó la semana pasada la revocación de dos contratos: uno por valor de 700 millones de euros para la compra de lanzacohetes Silam y otro de 287,5 millones destinado a la adquisición de 168 misiles Spike.
La prohibición de comprar material militar a Israel retrasa planes clave de las Fuerzas Armadas
Pablo MuñozMisiles, radios tácticas y el nuevo vehículo blindado 8x8, los más afectados por la decisión del Gobierno
Además, tal como publicó ABC, la prohibición de comprar material militar a Israel va a generar también un retraso en planes clave para modernizar las Fuerzas Armadas. Los recursos que se verán más afectados serán misiles, radios tácticas y el nuevo vehículo blindado 8x8, y la cancelación del programa lanzacohetes deja a España en inferioridad de condiciones respecto a Marruecos o Argelia.
Desde el Ejecutivo niegan «diferencias» entre ministros, pero reconocen que se trata de una norma «compleja de articular», porque hay que hacer «equilibrios imposibles» para generar los suficientes espacios –«escala de grises»– para no comprometer el cumplimiento de contratos o convenios internacionales a los que España está sujeta y de los que no se puede desligar de manera unilateral. «El redactado afecta a leyes, decretos y acuerdos internacionales», se excusan en el Gobierno para justificar el retraso. Aseguran que «hay muchos ojos mirando el texto», porque la «redacción ha de ser muy solvente».
Asamblea de la ONU
En Moncloa buscan desactivar cualquier suspicacia sobre un retraso interesado o con la intencionalidad de torpedear el texto. «No hay nada de eso. Nadie tiene más interés que nosotros en sacarlo la semana que viene», aseguran. Y esto no es baladí. A nivel de oportunidad, el calendario acompaña. La próxima semana se abre el 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, con el miércoles 24 marcado para la intervención del Rey Felipe VI en presencia de Sánchez. También en público la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, quiso ayer tranquilizar a sus aliados, que exigen un movimiento inminente en cuanto al embargo de armas. Las tensiones, siempre coreografiadas, entre PSOE y Sumar buscan generar un espacio de protagonismo para que el socio minoritario pueda construir la ficción de una exigencia a los socialistas –para doblarles el brazo– y así tener munición con la que librar la batalla que mantienen con Podemos. «Es un real decreto ley complejo también en su redacción y, desde luego, la voluntad es traerlo al Consejo de Ministros lo antes posible. Es decir, la semana que viene. Pero, por favor, ninguna duda respecto a este tema. El Gobierno trabaja con absoluta convicción y determinación para poder aprobar ese real decreto ley y traerlo al Consejo de Ministros lo antes posible», insistió Alegría, tras el Consejo de Ministros.
En Moncloa tratan de trasladar una vocación política inequívoca sobre la necesidad de avanzar en el embargo de armas a Israel, pero asumen que tienen sus limitaciones. «No puede haber dudas sobre nuestra convicción, pero podemos controlar, lo que podemos controlar. No hacemos magia», aseguran, con cierto punto de pragmatismo. En todo caso, en el Gobierno se muestran satisfechos porque el 'marco' que Sánchez impuso con su intervención hace ya una semana sigue plenamente vigente días después, en un contexto de política líquida en el que todo se disuelve a máxima velocidad. Además, el Ejecutivo buscará presionar con esta cuestión al principal partido de la oposición, forzándole a tomar posición o desgastándole si se ubica en la indefinición.
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