El relevo de Javier Ortega Smith en Vox arrastra también a su mano derecha

Fernández, que como vicesecretario de Organización había formado un tándem con Ortega Smith, deja su puesto a su compañera en el Congreso María Ruiz, diputada por Madrid, que asumirá ahora una parcela de especial relevancia en cualquier formación, con gran peso en la relación con los territorios y con los afiliados.

La sustitución fue adelantada este martes por 'El Español' y confirmada por ABC en fuentes de Vox, que minimizan su importancia como se viene haciendo en el partido desde la sorpresiva renuncia de Ortega Smith el pasado 6 de octubre, a solo dos días del arranque del Viva22, tras las denuncias de «falta de democracia interna» hechas públicas por Macarena Olona y espoleadas después por distintas voces.

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El propio Abascal, a principios de la semana pasada, dijo estar «seguro» de que iba a haber más cambios en Vox, tras el paso a un lado de Ortega Smith –aceptado por él– y el nombramiento de Garriga como secretario general –propuesto por él en el Comité Ejecutivo Nacional–. Esas modificaciones se inician con la sustitución del hombre de confianza de Ortega Smith, precisamente el mismo día de una autoenmienda de la formación en el Ayuntamiento de Madrid, donde cambió su propuesta para declarar a Pablo Iglesias 'persona non grata' por una reprobación que se unió a la ya planteada por PP y Ciudadanos.

Abascal fue el primero en avisar de los relevos en Vox y lo siguieron después portavoces como Jorge Buxadé e Iván Espinosa de los Monteros, quienes trataron de normalizar como algo natural este tipo de movimientos intestinos. Como en toda empresa, es lógico que se produzcan ajustes en los equipos de un responsable que acaba de ser nombrado en su puesto. Ese, con unas u otras palabras, es el argumento que se repite.

Así pues, aunque no hay más pistas en el horizonte, es de esperar que se producirán otras sustituciones en las áreas que dependen directamente de Garriga, como era el caso de la Vicesecretaría de Organización. Pero en el partido quieren alejar un escenario como el de principios de octubre, cuando el cese de Ortega Smith se vio como un terremoto interno provocado por la crisis abierta por Olona, que generó desconcierto en las filas de Vox al pedir regresar al partido un mes después de haberse marchado.

Espinosa de los Monteros tuvo que cerrarle las puertas tras su entrevista en ABC, que abrió la caja de Pandora, pero semanas después se produjo la caída de Ortega Smith, que llevaba siete años en el cargo. Vox insistió e insiste en que ambas cuestiones no están relacionadas –de hecho trató de vender como un premio el relevo dando a Ortega Smith un puesto de vicepresidente en el partido y la parcela jurídica en el Congreso–, pero de momento ya ha habido una réplica, constatada en la figura de su segundo.