Puigdemont, hace dos semanas: «Sánchez no será primer ministro con los votos de Junts»

«Pedro Sánchez no será primer ministro con los votos de Junts. No puede serlo. ¿Por qué? Por muchas razones, pero hay una muy clara: Pedro Sánchez miente. Miente e incumple. Y como ya lo ha hecho varias veces, exactamente, ¿qué incentivo tenemos nosotros para hacer primer ministro a un mentiroso y un incumplidor?». Así respondía a la pregunta directa del periodista sobre si el PSOE y Sánchez podrían contar con los votos de Junts en una hipotética investidura.

El voto de los españoles ha hecho que, tras el domingo electoral, la llave del próximo gobierno la tenga Junts y, principalmente, su líder de Waterloo. Aunque Puigdemont no apostaba por esta opción en la que Junts fuera el árbitro, se atrevió a añadir que, llegado el caso –es decir, la situación en la que estamos–, «difícilmente se lo permitiría su partido». Y lo razonó: «Acaban de perder mucho poder territorial y municipal (el 28M). Mucho. Sus barones están muy quemados, han perdido mucho poder. No sé si una aventura de este tipo le funcionaría».

En cualquier caso, el fundador de Junts y que, aunque no está en la dirección del partido, controla la estrategia y la líneas importantes que sigue la formación, advertía a Sánchez sobre una posible negociación: «No sé qué debe pensar que es una negociación con Junts. Pero todo lo que haya conocido hasta ahora de sus relaciones con ERC no le servirá de nada».

En esta línea, también tuvo palabras contra ERC por ser socio del PSOE durante cuatro años y haber facilitado la investidura en 2019 con su abstención, que no entendió entonces ni ahora y que tras el 23J no serviría, en principio, ni para Junts: «No es lo mismo haber investido a Pedro Sánchez, que no haberlo hecho; no es lo mismo haber aprobado unos presupuestos, que no haberlo hecho; no es lo mismo haber pactado unas reformas trampa, que no haberlo hecho; no es lo mismo».

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Por todo esto, «a efectos de Cataluña, sí, da igual quien gane el 23J, no podemos engañarnos», apuntó; y añadía: «Unos lo harán con anestesia y otros, sin ella. Todos los conflictos que tenemos planteados con el Estado español, desde los grandes como la financiación del país como los más de detalle o los sectoriales, no irán mejor con el PP o el PSOE». E insistió en que no se fía de Sánchez: «No le compraría un coche de segunda mano».

¿Y si el aspirante a La Moncloa ofrece el referéndum y la amnistía? Entonces, la cosa cambia. «Si alguien negocia la autodeterminación y la amnistía le haremos la ola, que esto quede claro… Si (por ejemplo, incluso) el señor Feijóo dice, autodeterminación y amnistía, le haremos la ola, pero seamos serios, ya basta de jugar con la idea de que habrá un gobierno español que concederá de buenas a primeras, porque le va la silla de primer ministro, un referéndum de autodeterminación; no, antes habrá una gran coalición, por descontado».

En la entrevista, reiteró la necesidad de «bloquear» España y para el 23J pidió llenar las urnas con votos independentistas: «Cada urna, una trinchera, cada urna, un Vietnam». Y apuntó que, aunque no le quita el sueño, su objetivo en 'el exilio' consiste en «impedir los principales objetivos de España, ¿cuáles son? La extradición (...), que no tengamos voz en Europa (...), que no nos podamos presentar a unas elecciones». En todo, en su opinión, el Estado «ha fracasado», de ahí que vea imprescindible «ponerle dificultad» a España en Europa.