El PP y Vox cierran un acuerdo de Gobierno en Aragón
Los populares ceden dos consejerías, una de ellas con rango de vicepresidencia, al partido de Abascal en el pacto que se anunciará este viernes
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Madrid
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Iniciar sesiónHan pasado más de dos meses desde las elecciones autonómicas y municipales y todavía quedan un puñado de gobiernos autonómicos sin dueño. La gobernabilidad sigue siendo un quebradero de cabeza en Murcia y Navarra, pero dejará de serlo en las próximas horas en ... Aragón, donde el PP y Vox cerraron este jueves por la noche un acuerdo de Gobierno que se hará oficial a lo largo de este viernes. Los de Abascal tendrán dos consejerías en el nuevo Ejecutivo, una de ellas con rango de vicepresidencia que ostentará Alejandro Nolasco y que tendrá las competencias de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia. La otra se encargará de Agricultura.
Como él mismo se encargó de anunciar hace diez días, Jorge Azcón se convertirá la próxima semana en presidente de Aragón tras culminar unas negociaciones que se han extendido más de lo deseado. La discreción del popular y sus reiterados intentos para gobernar en solitario han hecho que las conversaciones se alargaran en el tiempo, pero finalmente Vox será su socio, haciendo valer los siete escaños logrados el 28M para colarse en otro Ejecutivo autonómico con los populares, el cuarto tras Castilla y León, Comunidad Valenciana y Extremadura.
Después de las elecciones generales del 23 de julio, Azcón apareció en rueda de prensa para dejar claros dos conceptos:no habría repetición electoral en Aragón –lo que le convertía de facto en el próximo presidente– y el acuerdo para romper el bloqueo sería «rápido». Finalmente, le ha costado casi dos semanas, en las que ha mantenido contactos con todas las fuerzas que habían mostrado su disponibilidad a apoyar su investidura. Conversaciones estériles con Teruel Existe, que se negó a facilitar la gobernabilidad si Vox estaba en el Ejecutivo, y con el Partido Aragonés (PAR), cuyo líder abogó por una coalición tripartita que incluyera a PP y PSOE, las dos grandes fuerzas del país. La idea de Alberto Izquierdo apenas estuvo en pie unas horas, las que tardaron los socialistas en decir que no habría un pacto de ese tipo en Aragón. Negativa reiterada por Javier Lambán, expresidente de la comunidad, en una entrevista publicada el pasado fin de semana en 'El Heraldo'.
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El desmarque socialista solo dejaba ya una opción a Azcón, que se centró a partir del lunes en sellar un acuerdo programático con Vox sobre el que sentar las bases del nuevo Gobierno. Medidas comunes entre las que, según explicaban fuentes de la negociación a ABC, no estará el trasvase del Ebro, punto de conflicto en los programas de ambos partidos.
Alcanzado ese primer acuerdo, quedaba por ver cómo se reflejaría la presencia de Vox en el Ejecutivo, pues los de Abascal se negaron a apoyar la investidura desde la abstención, como sí habían hecho en Baleares. La batalla se trasladó entonces a la elección de sillones, reparto que centraba a última hora los detalles del pacto.
«No debería haber problemas. Son flecos que quedan por definir, pero el acuerdo es inminente», explicaban fuentes de la negociación. No los hubo. Según ha podido saber ABC, el pacto recoge dos consejerías para Vox, una de ellas con rango de vicepresidencia: Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia y Agricultura. Han sido Azcón y Alejandro Nolasco –presidente de Vox en la región– los encargados de liderar el acuerdo. Los últimos flecos tenían que pasar el visto bueno de las direcciones nacionales, que se lo dieron a última hora del jueves.
Sin noticias de Murcia
En Aragón quedaban aún veinte días para que expirara el plazo de la investidura. Fecha límite para convocar de nuevo elecciones a la que no se llegará. No está tan claro que eso no ocurra en Murcia, la última de las comunidades autónomas donde el PPy Vox están obligados a entenderse que sigue sin Gobierno.
A medida que pasan los días sin ningún tipo de contacto entre ambas formaciones, la posibilidad de una repetición electoral va tomando cuerpo. Fernando López Miras se presentó a principios de julio a una investidura que resultó fallida y que, lejos de ayudar a cerrar la herida abierta en la relación con Vox, acabó por reabrirla.
La región donde más sencillo parecía el acuerdo a priori –al PP le faltaron solo dos diputados para la mayoría absoluta– es la que más se ha enquistado a los populares, empeñados en gobernar en solitario, aunque abiertos a hacerlo bajo un programa común acordado con los de Abascal.
Jorge Buxadé, vicepresidente de Acción Política de Vox, reconocía ayer las diferencias en Murcia y las achacaba a una falta de voluntad del PP. «Algunos líderes populares no están ayudando, cuando hay otros que sí lo han hecho», en referencia a los acuerdos logrados en Valencia, Extremadura o el que se anunciará este viernes en Aragón.
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