La relación entre el PP y Vox se tensiona y marca la negociación para la Mesa del Congreso

En el PP, no gustó la filtración interesada de la reunión que mantuvieron la semana pasada Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. Sobre todo, por el momento en el que se hizo, minutos después de que Cuca Gamarra –número dos de los populares– apareciera en rueda de prensa negando cualquier tipo de contacto. «Nosotros tenemos una máxima:discreción en las negociaciones y publicidad a los acuerdos. Por eso, que se aireara la reunión de la semana pasada fue una sorpresa», explican a ABC fuentes del PP. Enfado puntual que llega en un momento clave para la relación con Vox, pues siguen en el aire los Gobiernos de Aragón y Murcia, y está a la vuelta de la esquina la constitución del Parlamento y la elección de los puestos de la Mesa del Congreso.

Es este último asunto el que concentra buena parte de las conversaciones de los populares con Vox estos días. El aumento significativo de votos y escaños en las elecciones del 23J ha catapultado al PP en las Cortes. En el Senado, con mayoría absoluta, no tendrá problemas para lograr el control del órgano de gobierno y confía en lograrlo también en la Cámara Baja. Una alianza con los de Abascal –170 diputados entre ambos, a los que se podría sumar también el voto afirmativo de UPN– garantizaría a la derecha 4 puestos en la Mesa, uno más de los que ostentan actualmente. Pero las conversaciones de estos días van más allá y esconden una ambición mayor: la de lograr la presidencia.

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Entienden en el PP que esos 171 votos podrían alzar su candidatura, toda vez que Pedro Sánchez está posponiendo cualquier acuerdo de investidura hasta después de que se constituyan las Cortes, y que esa ausencia de pacto el día 17, cuando se tenga que constituir la Mesa, podría pasar factura al PSOE. Además, el voto en este caso es secreto, lo que alimenta las sospechas y el posible apoyo oculto de alguna fuerza como el PNV, que ya ha declarado que todavía no tiene decidido si dará su sí a la investidura de Sánchez.

Lo que sí aclaran en el PP es que las actuales tensiones derivadas de la filtración de la reunión no tendrán consecuencias en la negociación que se está llevando a cabo en Aragón para conformar el Gobierno autonómico. «Desde el principio, Feijóo ha querido dar libertad a los presidentes de cada región y no creemos que lo que ocurra a nivel nacional pueda afectar», explican fuentes populares acerca de las conversaciones de Azcón, que podrían convertirle en presidente esta misma semana. Peor están las cosas en Murcia, donde no parece que avancen las negociaciones que están abocando a la comunidad a unas nuevas elecciones.