El PP marca distancias con Vox ante el debate y con el bloqueo en Murcia como telón de fondo
Feijóo pide desde Galicia una «gran mayoría» ante «la intransigencia de los extremos»
Los populares trataron de llegar a un acuerdo ayer en Murcia, pero Vox se negó a sentarse a negociar si no entraban en el Gobierno
Nadie lo mencionó, pero fue el elefante en la habitación. Sin mencionarlo, pero no hacía falta. El PP celebró ayer su acto más multitudinario de la campaña, reuniendo a 12.000 personas en la plaza de toros de Pontevedra. El clima y la evocación de ... las mayorías absolutas se dejaba sentir. Y reforzaba un anhelo: una mayoría de procedencia transversal, que posibilite un Gobierno en solitario. Sin Vox. El PP no ha llegado al punto de confrontar abiertamente con el partido de Abascal, pero quiere que el mensaje central sea que no quiere gobernar con ellos.
Alberto Núñez Feijóo estuvo ayer arropado por el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y por el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Y en las palabras de los tres confluyó en esa idea. El actual líder del PP reclamó una mayoría en favor del «entendimiento» frente a la «intransigencia de los extremos».
Génova trabaja con la estrategia de campaña de atraer votos de procedencias diversas. Se ha comprometido a ser «un presidente para todos» y a serlo también para los que no le voten «por muy alejados ideológicamente que estén, por mucho que me insulten intentaré ser también su presidente». El candidato popular pidió un voto «para romper los bloques» y «cambiar las alianzas en contra por los pactos de Estado». Y se mostró «convencido de que es posible reunir a esa mayoría que prefiere el entendimiento al enfrentamiento».
En el que era el acto más especial para Feijóo, en su Galicia natal, el candidato popular demandó esa «gran mayoría» necesaria para que «ningún interés particular se imponga al gobierno legítimo de España». Un mensaje velado tanto al PSOE, que ya manifiesta que no se abstendrá aunque Pedro Sánchez no tenga opciones de gobernar. Pero también a Vox, que está mostrando su lado más rocoso en las negociaciones autonómicas.
La idea fuerza del PP es insistir en la erosionada credibilidad de Sánchez. Su mensaje hace menos hincapié en el proyecto ideológico, mientras abraza un gran cambio en las formas de hacer política. Feijóo aseguró que el gran valor del cambio es «que nos podamos volver a fiar del Gobierno».
En ese empeño de vuelta al «sosiego» profundizó especialmente Rajoy, que defendió que «es necesario un estilo distinto al del Gobierno de España». También sin mencionar a Vox, pero siendo muy claro, defendió la trazabilidad del PP como «un partido de gobierno» que no tiene «vocación bisagrista», sino que «tiene vocación de permanencia» frente a los nuevos partidos que «tienen un revés y vuelan». Por su parte, Rueda defendió la gestión de Feijóo como estandarte de una mayoría amplia del PP: «Aquí no existen los extremos. Hicimos que desapareciera Podemos del parlamento y ahora Feijóo lo volverá a hacer en España».
En medio de todo el discurso, como una idea que quiere introducir en la campaña, sobrevoló el distanciamiento de Vox, escenificado en el bloqueo actual en la Región de Murcia. Allí, este mediodía quedará plasmada esa ruptura, la primera entre los dos partidos de la derecha desde el 28M.
Fernando López Miras no será investido presidente de la comunidad autónoma. Vox, Podemos y PSOE votarán hoy en contra de la investidura del popular en el segundo acto del pleno de elección. Dirigentes del PP murciano, según fuentes consultadas por este periódico, llamaron ayer a la dirección regional de Vox, que declinó cualquier tipo de reunión si no se ponía sobre la mesa el reparto de las consejerías de Gobierno. El PP, por su parte, quería cerrar primero un acuerdo programático, pero no hubo avances, por lo que la investidura de López Miras tendrá que esperar y el horizonte de nuevas elecciones se abre en el futuro de la región.