Pompeyo tenía un dron con un dispositivo preparado para lanzar artefactos más potentes
El juez lo envía a prisión por seis delitos de terrorismo y ante la sospecha de que pudiera huir a Rusia
La Policía sacó su ADN de una bolsa de basura y el material pirotécnico lo compró en Amazon
Pompeyo G.P., el jubilado detenido el miércoles en Miranda de Ebro, Burgos
Pompeyo G. P., de 75 años, pasó horas y horas formándose en química y armas a través de páginas web para aprender a fabricar los artefactos explosivos con sustancias que luego compró en Amazon. Por esa intensa actividad, el juez de la Audiencia Nacional, ... José Luis Calama, sostiene que hay un evidente riesgo de que vuelva a hacerlo. Es el primer argumento que esgrime para ordenar la prisión sin fianza del jubilado, detenido el miércoles en Miranda de Ebro (Burgos) por el envío de los seis paquetes bomba.
El segundo, la posibilidad de que huyera a Rusia ante el horizonte penal que tiene por delante: 20 años de cárcel por los seis delitos de terrorismo que se le imputan. El magistrado no descarta que pudiera contar para fugarse con ayuda de ciudadanos de ese país a raíz de la utilización que ha hecho de aplicaciones rusas de mensajería instantánea, como VK (el 'facebook' del Este), y correos electrónicos cifrados de extremo a extremo (Protonmail), que evidencian unos avanzados conocimientos informáticos. «Es muy muy inteligente», insisten fuentes de la investigación. Pompeyo, además, estaba preparando nuevos artefactos en el taller artesanal que tenía y los agentes de Información intervinieron en su casa un dron con un dispositivo de carga y transporte desde donde pretendía lanzar un artefacto de mayor potencia, según han confirmado a ABC las citadas fuentes.
Pólvora y clorato potásico
Con estos hallazgos encima de la mesa, el magistrado atribuye al detenido seis delitos de terrorismo, dos de ellos en su modalidad agravada dado que dos de sus destinatarios eran miembros del Gobierno (Pedro Sánchez y Margarita Robles). Le imputa además un delito de empleo de artefactos explosivos inflamables o incendiarios con finalidad terrorista.
El auto desgrana cómo el sospechoso adquirió, entre otras sustancias, clorato potásico, azufre, y pólvora, elaborando con estas sustancias los artefactos explosivos que remitió por correo postal «con la finalidad de alterar gravemente la paz pública». Y aunque no hay indicios de que el investigado pertenezca ni colabore con ninguna banda o grupo organizado terrorista, los hechos y el contexto en el que envió los sobres -en plena guerra de Ucrania-, así como los destinatarios escogidos evidencian que el objetivo era esa subversión, además de «obligar a los poderes públicos de nuestro país a abstenerse del apoyo mostrado a favor de Ucrania frente a la agresión rusa».
El contenido de las páginas web que consultaba -entre las que se encuentra el portal de noticias Russiatoday.com así como el portal www.armas.es, www.química.es; y sputniknews.com- evidencian estas finalidades, según el magistrado.
Adquirió conocimientos sobre química y armas para fabricar los explosivos en Internet y luego los compró en Amazon
La resolución recoge hasta nueve indicios contra el investigado. Los sobres de cartón dirigidos a La Moncloa, la embajada de EE.UU y la base de Torrejón, que no explotaron, estaban matasellados de forma parcial por el Centro de Tratamiento Automatizado (CTA) de Valladolid, código número 47; las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de ese centro revelaron que dichos artefactos se procesaron ahí. Había que seguir el rastro de dichos sobres en sentido inverso hasta los camiones de reparto y las rutas que condujeron hasta Burgos.
El análisis de los sellos, de una tirada limitada, determinó que se habían comprado en dos estancos de la ciudad de Burgos y las características de los sobres utilizados llevaron hasta una web que los comercializa. Los investigadores le pidieron a la empresa los nombres de todas las personas físicas y jurídicas que adquirieron dicho tipo de sobres y el análisis desembocó en Pompeyo: compró 25 con esas características el 5 de noviembre.
Los agentes también han podido determinar que Pompeyo G. P. compró el material pirotécnico a través de Amazon. Adquirió entre los meses de junio y julio un kilo de nitrato potásico puro, cable con mecha, interruptores, filamentos de cobre y bombillas incandescentes; y entre los meses de octubre y noviembre, pegatinas adhesivas de 100 x 50 mm, bisagras de 25 x 23 mm, toda clase de tornillería, brocas de precisión, plantillas para dibujar los números y el abecedario.
La Policía sacó ADN de una bolsa de basura que tiró hace diez días y coincidía con el de los sellos y el recuperado de los paquetes
Las etiquetas autoadhesivas de color blanco adquiridas son del mismo tipo que las que se colocaron en el dorso de los sobres y que las plantillas para dibujar números y letras del abecedario adquiridas, con una alta probabilidad, fueron utilizadas para escribir los destinatarios y direcciones de envío.
Tornillos, varillas y muelles
Además, el ADN de Pompeyo G.P., coincide con el perfil genético recogido en los paquetes enviados a los distintos organismos. Así lo ha podido constatar la Policía científica, después de comparar las huellas halladas en los sellos y en el interior de los artefactos con las de una bolsa de basura que el sospechoso tiró al contenedor el pasado 18 de enero y que fue rescatada por los investigadores.
En los registros de su casa la Policía, halló un pequeño taller artesanal con componentes compatibles con los envíos: varillas cilíndricas que pueden corresponder con los cilindros que alojaban en su interior el pistón incendiario de los artefactos; tornillos y muelles similares al percutor que se utilizó y taladros con brocas de precisión también de las mismas características; además de objetos vinculados al comunismo, cómo un póster de Dolores Ibárruri, la Pasionaria, y un busto de bronce de Lenin.
El detenidoha pasado este viernes a disposición judicial de la Audiencia Nacional para comparecer ante el juez del caso, José Luis Calama. Se ha acogido a su derecho a no declarar, de acuerdo a las fuentes jurídicas consultadas. La Fiscalía ha pedido su ingreso en prisión provisional sin fianza ante el riesgo de fuga existente, la posible ocultación de pruebas así como el riesgo de comisión de otros hechos delictivos, una petición que el juez acordó. Esta noche pasará sus primeras horas en la cárcel.