El Gobierno vasco dice que la Ertzaintza no es «una policía de la moral» y que no puede actuar contra los actos de presos

«Año tras año se repiten brindis y actos de exaltación, con menores participando», ha recordado en su intervención el portavoz popular, Carmelo Barrio. Este año ha trascendido un brindis por los presos de ETA que se realizó hace una semana en un barrio de Vitoria o una marcha para pedir la excarcelación de los terroristas, incluida en el programa oficial de las fiestas de Hernani. Lejos de ser actos aislados, el observatorio de la radicalización que elabora Covite también ha registrado homenajes similares en las hogueras de San Juan de Sestao, en las fiestas de Basauri o Mondragón o una concentración a favor de la que fuera dirigente de ETA, Soledad Iparraguirre (Anboto).

«Es algo muy grave en nuestra convivencia», ha proseguido el parlamentario popular. Y es que, algunos de esos eventos figuraban con un acto más de los programas de fiestas oficiales, festejos auspiciados por los ayuntamientos. «Son una humillación a las víctimas», ha insistido. Por eso ha pedido al Gobierno vasco que aclare cuál será su hoja de ruga para intentar «que no se repitan».

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El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, le ha contestado que la Ertzaintza actúa siempre «en cumplimiento de la legalidad vigente y el marco de las resoluciones judiciales» y que es la doctrina judicial la que le impide adoptar medidas adicionales. Según ha recordado, la jurisprudencia encuadra «estos actos» dentro del derecho de reunión, cuyo ejercicio no está sujeto a autorización previa. Erkoreka ha explicado que la legislación solo permite prohibirlo por «razones fundadas de alteración del orden público» o cuando exista «peligro para las personas».

Ha recordado, además, que la Audiencia Nacional también se ha mostrado en contra de prohibirlos de manera preventiva. «Deniegan sistemáticamente la prohibición cautelar, argumentando que hacerlo supondría una vulneración desproporcionada de derechos fundamentales», ha insistido. A pesar de ello, el consejero de Seguridad vasco ha asegurado que la Ertzaintza vigila cada una de esas convocatorias para actuar en caso de que se produzcan hechos delictivos.

Sin embargo, según ha reconocido Erkoreka, ni en los brindis por los presos de ETA celebrados hasta ahora, ni en las manifestaciones festivas se ha apreciado delito alguno. «Se han revisado vídeos y fotografías», ha explicado, pero los agentes no han hallado mensajes constitutivos de un delito de enaltecimiento del terrorismo. «En Hernani había fotos, pero sin expresiones de exaltación», ha insistido.

Ha reconocido que pueden ser hechos «indecentes» y «contrarios a la ética» pero en ningún caso «delictivos». Ha recordado, finalmente, que para reprobar hechos que constituyan una «indecencia» o una «inmoralidad» están otros foros, como podría ser el Parlamento vasco. «La Ertzaintza no es una policía de moral», ha concluido Erkoreka.