Salmond: «El País Vasco no es Escocia ni Cataluña»

La Fundación Sabino Arana, antes de la gala que el lendakari Iñigo Urkullu preside este mediodía en el Teatro Arriaga, ha organizado una rueda de prensa en la que los galardonados han tomado brevemente la palabra. En su alocución, Salmond ha proclamado: «Las naciones encuentran diferentes caminos y vías para conseguir sus objetivos y ambiciones, pero lo que conecta el País Vasco y Escocia es que ambas naciones buscan un estatus de igualdad en este mundo , de diferentes formas. Es el objetivo común. Y si el País Vasco y Escocia consiguen ese objetivo, estoy seguro de que ambas naciones son capaces de de hacer una contribución sustancial a este mundo».

Ya en el turno de preguntas se le ha inquirido por el País Vasco y Cataluña en comparación con el caso escocés. Y Salmond ha comenzado su respuesta admitiendo las evidentes diferencias: « El País Vasco no es Escocia y Escocia no es el País Vasco, y el País Vasco no es Cataluña ni Cataluña el País Vasco», ha razonado. Hay, sin embargo, en su opinión, «similitudes en términos de movimientos de gente y un deseo de autonomía y de independencia, un deseo de tener un impacto en el mundo».

El exministro principal escocés ha puesto de ejemplo la crisis de refugiados y el papel que ha jugado el Reino Unido, a su juicio, de inacción, para afirmar que esta es «una indicación del fracaso de las viejas estructuras europeas», y la señal de que «quizás haría falta una nueva estructura».

«En el País Vasco, Cataluña y Escocia hay claramente un deseo de la gente, en medio de la globalización, de tener un mayor control de su destino, de tener un impacto en el mundo », ha proclamado Salmond. «Sean cuales sean las tácticas que se utilicen para conseguirlo, mediante un proceso pacífico y democrático, desde luego, la clave es que, cuanta más autonomía tenga el País Vasco, cuanta más autodeterminación tengan los escoceses, sienten que tendrán un mayor impacto en el resto de la humanidad».

Ya en el discurso de aceptación del premio, que Salmond ha cerrado con un «¡Soy vasco!» -prometió, en broma, hablar castellano por la tarde y euskera por la noche-, el que fue ministro principal escocés ha trazado una comparación un tanto confusa con el deporte y, en concreto, con la derrota del tenista Andy Murray esta misma mañana en el Open de Australia ante Novak Djokovic. Paisano de Salmond, éste ha recordado que, para la prensa de las islas, Murray es «británico cuando gana y escocés cuando pierde», pero ha pedido, dentro de su símil político, no regodearse en las derrotas sino apreciar todo lo que se ha avanzado.

Finalmente ha enviado su «mensaje» para concluir su alocución, que ha consistido en asegurar que « llegará el día en que se puedan cumplir las aspiraciones de vascos y escoceses », porque llegarán, ha indicado, las «oportunidades», convencido, se ha declarado, de que «de las dificultades salen las oportunidades». Resultará «clave» en esos anhelos soberanistas, ha subrayado, «definir objetivos» por parte de los nacionalistas vascos y escoceses, que deben articularse de forma «pacífica, cívica e inclusiva», para inspirar a las «futuras generaciones» en la búsqueda de un estatus de «igualdad» con el resto de Europa.