Page renuncia dar el paso

Hace dos semanas, Page no quiso acudir a la llamada del Senado para pronunciarse sobre la eventual amnistía a los independentistas, si bien argumentó que esa jornada estaba convocada sesión en las Cortes de Castilla-La Mancha. El líder regional del PP sí acudió a la Cámara Alta y muchos de los presidentes autonómicos llegaron antes o después en función de sus compromisos, algunos también parlamentarios. Page tampoco ha querido presentar iniciativa alguna ante Ferraz, más allá de mostrar su discrepancia de modo verbal, y no está dispuesto a pedir a los diputados castellano-manchegos que se planteen la posibilidad de romper la disciplina de voto en el Congreso el día que se vote la amnistía. Desde Ferraz esta posibilidad se califica de «transfuguismo» y en Toledo lo descartan de plano. No hay que olvidar que la ministra portavoz del Gobierno y exalcaldesa de Puertollano (Ciudad Real), Isabel Rodríguez, es un peso pesado en el Partido Socialista manchego.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, quiso presionar a Page asegurando que «es el momento de dar un paso al frente: mañana será tarde«. «Este es el momento de que lo demuestre y, por tanto, de que lo haga», indicó, porque «de no hacerlo, será tan responsable como el propio Sánchez».

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En una rueda de prensa en la sede del PP tras la reunión del comité de dirección que ha presidido Alberto Núñez Feijóo para analizar los pactos ante la investidura, Gamarra ha afirmado que con este acuerdo Sánchez «no humilla a los españoles, que mantienen su dignidad», sino que «se humilla él mismo, a su Gobierno y a su partido, que está permitiendo que eso ocurra«.

Ayer, en un acto en un hospital de Manzanares (Ciudad Real), Page señaló, sin nombrarle, que vio en Pedro Sánchez «ganas de gobernar» y en el expresidente catalán ganas «de librarse de la cárcel». «Yo lo que vi ayer [por el jueves] fue mucha necesidad. Y ninguna virtud, ninguna virtud», remató su argumento, aludiendo veladamente a las palabras de Sánchez en el Comité Federal del PSOE del pasado 28 de octubre, cuando precisamente Page fue una de las escasas voces disonantes con la defensa de la amnistía para los encausados por el 'procés' que por primera vez hizo entonces el presidente del Gobierno. Además, aseguró que «Puigdemont es culpable, no es víctima de nada» y que «los jueces han aplicado las leyes que se han aprobado por todos los partidos, también por el mío. Y por tanto no pueden ser objeto de investigación ni de persecución».

Durante un discurso en la inauguración de la nueva resonancia magnética del Hospital Virgen de Altagracia, Page hizo un elogio de la red hospitalaria de su región y recordó que se paga con los impuestos, pero los de «todos los españoles», en clara alusión a la pretensión de los separatistas de que se conceda a Cataluña el 100% de todos sus tributos. «La mayoría de la gente entiende por qué hay que poner pie en pared para defender que esto se pueda pagar. Para ser sincero, esto se paga con los impuestos de los ciudadanos de toda España, no con los de Castilla-La Mancha, que eso no da«, explicó.

Antes de entrar en la materia del acuerdo entre los socialistas y Junts, el líder de los socialistas castellanomanchegos aseguró en tono retador que «no sólo va a hablar Puigdemont, digo yo, también García-Page, ¿o es que eso no es posible? Además yo lo hago desde España», concluyó con toda intención. En esa línea, aseveró que «no vamos a tolerar bajo ningún concepto que alguien utilice la singularidad o la pluralidad de España, el cuento de la lechera, para tener privilegios fiscales o financieros. Eso sería tanto como saber que el día de mañana no podríamos ni acabar los hospitales que estamos haciendo«.

En referencia concreta al texto suscrito por el PSOE con Junts esta semana, Page señaló que «basar en la mentira, basar en la relectura de la historia, o de los acontecimientos, o de la realidad, basar una solución de convivencia es engañarse«, advirtió a la dirección de su partido. Y vaticinó que »lo peor que nos puede pasar es que el ansia porque se abra la legislatura o el ansia por gobernar se convierta en otorgarles la capacidad de decisión« a los separatistas.