La orden de Ferraz que voló el acuerdo de Ceuta: «Con el PP de Feijóo no se pacta»

Todo arranca públicamente el pasado 28 de julio. Juan Gutiérrez, secretario general del PSOE de Ceuta, dijo en Radio Televisión Ceuta que, este mandato, los socialistas no iban a hacer lo que los cuatro años anteriores. Si Vivas quería su apoyo los iba a tener que integrar en el gobierno. El secretario general del PSOE, que goza de buena afinidad con el presidente de la Ciudad Autónoma, propuso aquel día un gobierno de coalición. Los nueve diputados populares sumados a los seis socialistas daban estabilidad a la ciudad fronteriza con Marruecos.

Juan Vivas recogió el guante. En su talante moderado, la afinidad con el PSOE es mucho más clara que con Vox, del que ha recibido insultos y descalificaciones en la Asamblea en los últimos años. Ambos partidos se sentaron a negociar. Durante una semana se sucedieron las conversaciones, en secreto. No se podía decir nada. La máxima era la discreción y el silencio. Ferraz no dijo que no, pero tampoco que sí. Simplemente que agosto no era momento para hacer pactos. El PP siempre recordó que esta negociación entraba dentro de la política de grandes acuerdos de Alberto Núñez Feijóo.

Así pasó una semana, hasta que una filtración lo precipitó todo. El jueves por la mañana, los ceutíes entre los churros de Mercado Central de Abastos se desayunaban con la noticia del pacto PP-PSOE. En los corrillos del Paseo del Revellín la noticia era que las dos principales formaciones de Ceuta estaban llegando a un acuerdo. Lo publicaban los periódicos locales. Pronto la noticia fue nacional. Y Ferraz tuvo una primera reacción. Una llamada a media mañana instó a los socialistas a parar las conversaciones. «No es momento de pacto, sino de vacaciones».

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Para ese entonces, Juan Vivas sabía que el pacto que le daría la mayoría no llegaría antes del otoño. Septiembre-octubre eran las fechas manejadas para conseguir tener un arco parlamentario a favor con 13 de los 25 diputados de la Asamblea. «El pacto ha estado y está sobre la mesa», afirmaron a ABC fuentes de la negociación de este pacto de gobierno. Los medios siguieron informando. Las novedades de las filtraciones llegaron a Ferraz. El pacto seguía adelante.

A primera hora de la tarde llegó la última llamada. Desde Ferraz volvieron a ponerse en contacto con la sede del PSOE de Ceuta en la céntrica calle Daoiz. Esta vez el tono era otro. Desde la ejecutiva federal querían parar el pacto. No había lugar para ningún acuerdo. «Con el PP de Feijóo no se pacta». Esa fue la sentencia que acabó con un acuerdo para dar estabilidad a la Ciudad Autónoma. Juan Vivas se quedó compuesto y sin socialistas. El PSOE dio marcha atrás. Un comunicado de Juan Gutiérrez dejaba claro que no había acuerdo y que no era posible.

Ahora Vivas seguirá en minoría. El gobierno de Ceuta funciona como un ayuntamiento. Juan Vivas es alcalde-presidente de una ciudad en la que tiene repartidas las delegaciones entre sus nueve diputados. Cuando hagan falta apoyos volverá a llamar al PSOE. En el anterior mandato los socialistas ya apoyaron a los populares en repetidas ocasiones. Si el veto de Ferraz sigue activo tendrá que ver fórmulas. Vivas no tiene buena relación con Vox pero sus cinco concejales le pueden dar las mayoría necesaria. La otra opción son los dos partidos localistas, entre ambos suman cinco diputados, pero la visión de cómo ser la frontera le aleja demasiado de Ceuta Ya! El PSOE era la mejor opción para una ciudad tan singular, pero Ferraz no lo ha permitido para no dañar las opciones de Pedro Sánchez con un nuevo gobierno Frankenstein.