Moncloa no contempla una crisis de gobierno por la salida de Teresa Ribera a la UE
El PP considera una «mala» decisión de Von der Leyen su elección como vicepresidenta de la Comisión Europea
Sánchez no comparecerá por la crisis migratoria hasta el 9 de octubre

El anuncio oficial del aterrizaje de Teresa Ribera en la Comisión Europea, donde ocupará el cargo de vicepresidenta de Transición Limpia y Competencia, dejará cojo el Consejo de Ministros, donde Pedro Sánchez deberá mover ficha para suplir a su vicepresidenta tercera. Un retoque ... que será puntual, como ya ocurrió con la salida de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones o la más reciente de José Luis Escrivá al Banco de España, y que no prevé una gran crisis de gobierno en el Ejecutivo.
La elección de Ribera estaba ya programada en la agenda de Pedro Sánchez, cuyos pasos para sustituir a uno de sus brazos fuertes en Moncloa se desconocen, pero que el presidente tendrá bien apuntados en su hoja de ruta. En el Gobierno sacan pecho por la elección de Ursula von der Leyen y remarcan que va a convertirse en la española con más poder de siempre dentro de la Unión Europea. «Tenemos una mujer española en la posición número dos. España tiene la mayor influencia que nunca ha tenido en el seno de la Comisión, a tan alto nivel. Es un magnífico día para Europa y, por supuesto, también para España», explicó ayer la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, quien achacó la elección de Von der Leyen a «la gran labor negociadora del presidente, Pedro Sánchez».
Fuentes del Gobierno apuntan a una renovación puntual de nombre por nombre, dejando incluso huérfana esa vicepresidencia tercera que ocupa actualmente Ribera, una de las personas más cercanas a Sánchez desde antes de que el presidente llegara al cargo.
La alegría del Gobierno era radicalmente contraria a la decepción del Partido Popular, que califica de «mala» la decisión de Von der Leyen y ya anuncia que no la va a apoyar. «Haremos lo que el PSOE hizo con Arias Cañete», señaló el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado. Se refería, en concreto, a la decisión del propio Pedro Sánchez, recién aterrizado en la secretaría general del PSOE en 2014, cuando señaló que su partido no podía apoyar al por entonces ministro de Rajoy para ser comisario europeo.
Exportar el sanchismo
«Ningún miembro del Gobierno de Sánchez nos parece aceptable para asumir una cartera de este tipo y Ribera, menos. Una mala ministra para España no puede ser una buena comisaria y por tanto Teresa Ribera es una mala elección. Esa es nuestra opinión. No estamos a favor de exportar sanchismo fuera de nuestras fronteras», señaló ayer Tellado, muy crítico con la decisión de Von der Leyen.
En ese sentido, el único «alivio» de los populares es que, «a pesar del título rimbombante de la cartera, Ribera tendrá muy limitado su afán sectario porque será una comisaria sin competencias legislativas y solo las tendrá en el ámbito de Competencia», dijo el portavoz en el Congreso.
Fuentes del PPeuropeo creen que «Ribera es rehén de su trayectoria y de sus políticas al frente del ministerio de Transición y como comisaria deberá decidir qué camino quiere para Europa, si la agenda de Sánchez o el programa de Von der Leyen». Durante la campaña de las elecciones europeas, el Partido Popular ya presentó a la ministra como un «peligro para agricultores y ganaderos» y esa tesis vuelve a estar ahora sobre la mesa. «Teresa Ribera es la enemiga del campo. Sus políticas se basan en la imposición de condiciones imposibles de cumplir para los agricultores y ganaderos y criminalizar sectores fundamentales para España como el vino, la carne o la fresa. Su idea de Pacto Verde y descarbonización se basa en imponer normativas y sanciones y en criminalizar los sectores primarios y no encajaría en una Comisión que claramente sigue otra estrategia», reconocen a ABCfuentes del PPeuropeo.
En cualquier caso, queda por ver si Ribera supera el 'examen' de Europa, ya que una vez presentadas las propuestas, la Comisión de Asuntos Jurídicos debe revisar que no existan casos de incompatibilidad con el cargo que van a representar. En el caso de Ribera, la Comisión se encargará de definir si existe conflicto de intereses por el nombramiento de su marido como consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). «Ribera deberá demostrar que es capaz de trabajar para los 27 Estados miembros y no para los intereses de Sánchez», insisten las fuentes consultadas, que insisten en que Ribera deberá trabajar codo con codo con los diferentes dirigentes del PPeuropeo que la acompañarán en el Colegio de Comisarios.
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