Tres detenidos tras hacerse viral un vídeo de una carrera ilegal por la M-45

Como si fuera una escena de 'Fast and furious', las imágenes difundidas a través de redes sociales muestran cómo dos vehículos de alta gama y de la misma marca circulaban en paralelo y a gran velocidad, en lo que supuestamente era una carrera, mientras, una tercera persona conduce otro turismo en paralelo a ellos bloqueando la vía y desde donde graba el vídeo.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 21 de enero en torno a las 01.45 horas y entre los kilómetros 17 y 11 de la M-45. Tras analizar estas imágenes, los agentes de la Guardia Civil lograron identificar y detener a estos tres varones de entre 24 y 26 años, residentes en Madrid y Toledo y que ya contaban con antecedentes policiales por diversos hechos.

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Según la Guardia Civil, entre otros objetivos, las carreras ilegales tienen como finalidad la participación en apuestas ilegales entre los implicados. Esta conducción ha supuesto «un grave peligro para la vida de estas personas y de los demás usuarios de la vía», por ello guardias civiles del Sector de Tráfico de Madrid han imputado un delito de conducción temeraria a estas tres personas.

Sin embargo, estos jóvenes no son los únicos que han puesto en riesgo sus propias vidas y las de cualquiera en la carretera para conseguir unos seguidores de más en redes sociales y después ser detenidos por ello. En febrero del pasado año, la Guardia Civil identificó de esta misma forman a dos jóvenes que circulaban a más de 200 km/h para presumir de ello en Instagram o TikTok.

El primero de ellos, un vecino de Torrejón de Ardoz de 23 años, alcanzó en una motocicleta los 257 km/h también en la M-45 –donde la velocidad máxima está limitada a 120– al paso por la localidad de San Fernando de Henares. El segundo temerario era un varón de 19 años y que grabó cómo pisaba el acelerador hasta llegar a los 209 kilómetros por hora de noche, en un tramo de la M-14 (dentro de la capital) que tiene una limitación específica de velocidad permitida de 80 km/h.

Este tipo de conductas son constitutivas de un delito contra la seguridad vial, tipificado en el artículo 379 del Código Penal. El conductor que lleve a cabo estas infracciones de tráfico se expone a ser castigado con hasta seis meses de prisión, con multa de hasta doce meses o con trabajos comunitarios de hasta 90 días. También se le podrá retirar el permiso de conducción.