Tito Losada: «Sobre el flamenco hay muchas mentiras, y yo voy a decir la verdad»

¿Cómo es el espectáculo?

Es musical y didáctico, porque además de cante, baile y toque intercalamos charlas en las que explicamos los orígenes del género. En el flamenco hay tanta mentira, y ya tengo tan poco que perder, que me voy a tirar a la piscina y voy a contar la verdad.

¿Cree que la van a criticar por decir esa verdad?

Mucha gente. El setenta por ciento de la crítica lo hará.

¿Acaso es una verdad incómoda que el flamenco venga de tres culturas?

Sí, porque por ejemplo, ahora también quieren meter la cultura de África central de por medio, y eso no es verdad.

¿A qué fuentes ha acudido para dar con la verdad?

Hay muchas cosas escritas que son verdad, y otras que son mentira. Yo estoy asesorado por gente muy culta y es un tema muy complejo, pero lo que está claro es que los primeros que hicieron flamenco eran gitanos. Y siglos después, a los gitanos se nos excluye de las programaciones. Yo he intentado entrar en festivales que se hacen con dinero público como la Suma Flamenca o el Festival de Otoño, y nunca tienen hueco para nosotros. ¡En qué país vivimos! Hay mucho racismo.

¿Afirma que hay antigitanismo entre los programadores?

Sí, sobre todo en Madrid y Barcelona. Lo digo sabiendo que ya no me voy a cerrar ninguna puerta, porque ya están cerradas todas.

¿Qué otras cosas negativas ve en la escena actual?

Que parece que vale todo. Vale salir medio desnuda, cantar sentado en un váter... el flamenco se acabó en los años ochenta. Y digo algo que es demostrable. Antes, ibas a un tablao flamenco y veías maravillas. Ahora, los cuadros se tiran cinco o seis días ensayando para ver qué van a hacer. ¿Eso qué es? En el flamenco falta espontaneidad. Para eso me voy a ver 'Nabucco', que es siempre igual.

Si el flamenco acabó en los ochenta, ¿ahora lo da por muerto?

Quitando dos o tres, está muerto. ¿Cómo pretendes hacer flamenco y que no haya improvisación? El flamenco tiene que tener espontaneidad, riesgo, duende. Que sale bien, genial. Que te arriesgas y sale un poco mejor, pues más genial todavía.

¿Cree que los llamados 'revolucionarios del flamenco' como Rosalía o Niño de Elche hacen más mal que bien?

Niño de Elche es una persona muy inteligente. Pensó '¿por dónde me puedo colar yo haciendo algo que nadie hace?'. Pero para mí se tenía que haber quedado con la Dama de Elche, en vez de ponerse a cantar. Rosalía sabe lo que es el flamenco, y por eso no puedo criticarla. Ha hecho producciones modernas y ha atraído gente hacia el género, pero está confundiendo a la gente con algunas cosas. Hay una diferencia entre la fusión, la confusión y la infusión.

Algo que nace de la mezcla, ¿puede ser puro?

Sí. Perfectamente.

¿Hacia dónde va el flamenco?

Hacia Japón. Ese país es un santuario para el flamenco. ¿Sabes cuántas escuelas hay allí? Más de mil.

¿Puede un japonés hacer flamenco como un español?

Bailarlo y tocarlo sí. Cantarlo, eso ya es otra historia.