Los técnicos dan el visto bueno a la vuelta a sus casas de los nuevos afectados por la línea 7 de Metro de Madrid

Se trata de un bloque entero que ayer por lal tarde tuvo que ser desalojado en prevención tras ser los propios residentes quienes informaran de que estaban apareciendo grietas en sus viviendas. Todo, por las obras que se están realizando de inyección de hormigón y mortero en el entorno, debido a la situación de riesgo que se vive en otros portales del barrio por los desperfectos generados tras las obras del Metro a San Fernando y Coslada (línea 7), que comenzaron en 2007.

Sin embargo, este número de la plaza, el 8, no constaba en ninguno de los 76 expedientes abiertos y, a raíz de lo ocurrido ayer, hay que sumarlo a la nómina de inmuebles afectados por esta polémica. De hecho, los 52 nuevos afectados se encuentran ahora protestando dentro de la oficina de información que la Consejería de Vivienda ha instalado para atender a los vecinos de San Fernando que han visto alterada su convivencia por la aparición de grietas en sus casas, muchas con daños estructurales.

El resumen de la empresa Intemac, de Torrejón de Ardoz, especifica que «durante las inspecciones de las zonas comunes (cajas de escaleras y patios inferiores) y las viviendas A B y C del semisótano y las B y D de la planta primera» se han observado «anomalías que básicamente responden» a: «pequeñas fisuras sensiblemente verticales en la caja de la escalera, fisuras en los techos de los rellanos» y también en «particiones interiores y muros de fachadas de las viviendas, en diferentes localizaciones y trayectorias».

También existen «algunas distorsiones en ventanas y cercos de puertas». Las anomalías, añade, «no son indicativas en absoluto de una evolución de las condiciones originales de seguridad del inmueble que pudieran exigir la adopción de medidas de emergencia». Por ello, se decanta la empresa por que pueda «procederse al realojo de los vecinos desde este mismo instante».

Los nuevos vecinos afectados se unen a todos aquellos que sufren las consecuencias de la construcción de la línea de Metro bajo sus viviendas, que afecta sobre todo a las calles de Rafael Alberti, Presa, Pablo Olavide, Francisco Sabatini y Nazario Calonge. En la actualidad, hay 76 expedientes de responsabilidad patrimonial abiertos; 72 familias han sufrido desalojos, y hasta una decena de viviendas han tenido que ser derribadas –o están a punto de demolerse– tras declararse en ruinas e inhabitables. Los propietarios de casas que ya han sido echadas abajo recibirán de media 200.000 euros de indemnización por los daños.

Para atajar el problema, que la Dirección General de Infraestructuras lleva realizando labores de consolidación de los terrenos afectados desde el 13 de octubre. Los trabajos abarcan 10.000 metros cuadrados pero en San Fernando de Henares, a la vista de lo que sigue ocurriendo, todo el mundo duda de si esta es realmente una solución.