La Reina de Ronda pierde la 'corona narco' por una maleta de coca

Hasta que ha vuelto a las andadas. La Udyco Central, en colaboración con la de Madrid, le ha echado el guante, aunque realmente, reconocen los investigadores a este periódico, el objetivo inicial era otra mujer, pero al final se toparon también con María del Mar Mellado Blanco, malagueña de 38 años y experta en captar a 'mulas' de la droga.En el pasado, llegaba a pagar estancias de una semana en los mejores 'resorts' de la República Dominicana a sus 'empleados'.

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Ahora, pasaba por horas muy bajas. La pista inicial la dieron a las autoridades españolas la policía colombiana. Alertaron de que había partido una joven desde el aeropuerto de Bogotá, destino Madrid, con una partida de cocaína.

Ese 5 de junio, los agentes estaban al acecho en el aeródromo de Barajas. La trama había 'untado' a empleados del aeropuerto colombiano para dejar pasar a la sospechosa haciendo la vista gorda. No consta, como en otros casos, que empleados de Barajas también estuvieran a sueldo. La 'mula' se la jugó, y por el momento le salió bien el plan.

De allí se dirigió a un albergue o 'hostel' de Canillas, donde estuvo hora y media con sus dos maletas charlando con otros latinos que allí se alojaban y pendiente del teléfono, haciendo tiempo. Se encontró entonces con un hombre, pero no se fue con él.

Cuando volvió a quedarse sola, tomó un taxi hacia el centro comercial Plenilunio (San Blas), donde contactó con el mismo tipo de antes y con otra mujer. Los tres se montaron en un coche y condujeron poco, hasta un garaje comunitario del polígono de las Mercedes. Justo cuando estaban trasteando en las maletas, la Udyco les sorprendió.

Una vez detenida, los agentes se percataron de que la segunda mujer era la Reina de Ronda. En una caleta del vehículo, en el hueco del airbag del copiloto, se hallaron 23.500 euros y seis teléfonos móviles encriptados. En las maletas había 11 kilos de cocaína de bastante pureza. Su precio inicial sería de 400.000 euros, aunque se multiplicaría conforme pasara de manos y fuera cortada y adulterada, hasta llegar a la calle a unos 50 o 60 euros el gramo.

A la mula se calcula, aunque aún no se sabe exactamente, que le pagaron entre 4.000 y 5.000 euros. Una cantidad a costa de Mellado Blanco (su comisión podría ser del 15-20%, ajustan los investigadores a ABC) porque, como ella misma confesó: «No me he atrevido a hacerlo yo misma». Como es habitual, se negó a declarar y ya ha vuelto a prisión.