La Policía custodia a los violentos hinchas del Feyenoord sin que se produzcan altercados en Madrid

Los seguidores del conjunto de Róterdam pasearon por las calles de la capital, cantaron y gritaron su himno, y bebieron durante horas en la Plaza Mayor, convertida ya en un segundo santuario del fútbol, puesto que todos los aficionados internacionales ocupan las terrazas tras aterrizar en el aeropuerto de Barajas, como si fuese el primer sitio al que dirigirse. En uno de los laterales del enclave, en el balcón de un piso turístico, asomaba una bandera del conjunto.

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I. M.

El conjunto neerlandés estará acompañado esta noche en el Metropolitano por 3.500 hinchas, pero otro millar ha viajado a la capital sin entradas

«Tranquilos, como cualquier cliente, se han comportado. Eso sí, no han parado de pedir. Si no llegan a cantar el himno podrían haber pasado por cualquier turista», dice uno de los hosteleros del enclave, que los atendió tanto el martes por la noche, cuando llegaron, como este miércoles, hasta que la Policía Nacional los escoltó hasta la boca de Metro de Ópera y, de ahí, al Wanda Metropolitano. 

Sin percances que lamentar, la única firma que los futboleros holandeses dejaron en Madrid fue un grafiti con los colores de la bandera: negro, blanco y rojo, y el nombre del conjunto. Ni siquiera los que no consiguieron entrada (unos mil) se quedaron durante los 90 minutos del enfrentamiento en las calles del centro, algo que temían las autoridades, sino que se dirigieron pacíficos hasta el templo rojiblanco.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ya confió horas antes de que el árbitro pitase el inicio del partido en que no se produjese ningún altercado con los más de 3.500 holandeses que llegaron para disfrutar del encuentro futbolístico.

Sí lamentó que hiciesen pintadas por el centro de la capital, pero destacó el gran dispositivo conformado por la Delegación de Gobierno en Madrid en el que participarán más de 1.300 agentes de la Policía Nacional en colaboración con la Policía Municipal.

Almeida destacó que dicha movilización de agentes tratará de «prevenir y, en el caso de que se produzcan incidentes, reprimir cualquier situación de riesgo que se pueda dar« y »tratar de que se pueda mantener la tranquilidad en todo momento«.

La mayor presencia policial para controlar a la afición rival está centrada en los puntos habituales de concentración de las aficiones visitantes, como la Puerta del Sol o la Plaza Mayor. Todo para evitar que se produjesen imágenes ya vividas en otras ciudades europeas, con peleas y trifulcas que han terminando en detenciones. De hecho, se produjo intercambio de información entre los Cuerpos de Holanda y España.

De los últimos altercados en el que estuvieron implicados radicales del equipo de Róterdam fue la suspensión del partido contra el Ajax, en septiembre. Estos últimos les lanzaron bengalas y diversos objetos a los del Feyenoord, tras encajar tres goles en solo media hora.

En mayo de 2022, ultras del Olympique de Marsella y del Feyenoord protagonizaron altercados en los que resultaron 20 personas detenidas tras una trifulca. Y antes, en la final de la Conference League, los seguidores de la Roma y los holandeses se enfrentaron entre ellos y con la Policía, resultando arrestadas 60 personas, con decenas de heridos. Esta fue una especie de revancha tras unos altercados que se remontan a 2015, con una treintena de engrilletados en la capital italiana antes de un encuentro de Europa League, que provocaron disturbios en la plaza de España romana.