Los médicos dejan su encierro tras 36 horas «sin contacto con nadie del Gobierno» y tras negarles acceso a la comida

«Completamos 36 horas en la sala de reuniones de la consejería de Sanidad, que ha servido para evidenciar cómo cuando una administración no quiere llegar a acuerdos, no llega a acuerdos», señalaba Ángela Hernández. Ocho médicos de familia y una cirujana general y del aparato digestivo han permanecido desde el jueves en una sala, durmiendo en sillas y comiendo lo que sacaban de una máquina de vending -anoche incluso les prohibieron que entrara comida caliente de fuera del edificio- para intentar forzar una negociación con algún interlocutor que consideraran válido. Pero dejaban la instalación sin que nadie se hubiera puesto en contacto con ellos, lamentaban.

En el momento de marcharse, entre el apoyo de decenas de compañeros que les esperaban a las puertas de la Consejería, decían sentirse «maltratados». Creen que el Gobierno regional «ha buscado excusas» y demostrado poco interés en solucionar el conflicto.

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Pero Hernández advertía a los responsables sanitarios madrileños que « con los médicos se pueden hacer muchas cosas, y contra los médicos, ninguna».