Marta Sánchez: «Hacen falta más sitios donde tocar jazz en Madrid»

¿Cómo ha surgido la idea de dar este concierto conjunto con Maria Grand?

La idea de este proyecto es enteramente de Maria. Ella escribió música para saxofón, voz y piano, y el año pasado se enteró de que estaría en Madrid durante el verano (por aquel entonces ella estaba residiendo en la capital) y me dijo que le encantaría grabar esa música conmigo. Fuimos al estudio y el disco saldrá en la primavera del 2024 en Biopihlia, el sello de Fabian Almazán.

¿Qué repertorio vais a abordar, y en qué formato? ¿Estaréis acompañadas por más músicos?

Tocaremos música compuesta por Maria. Ella canta, recita y toca el saxofón. Las letras son muy personales, y la música muy emocional, alternando partes muy líricas con pasajes muy disonantes, muy avant-garde. Estaremos tocando a dúo.

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¿Qué es lo que más admiras de tu compañera de velada?

Maria siempre se presenta de una manera muy vulnerable, tanto personal como musicalmente. No tiene miedo a tomar riesgos y siempre es muy honesta con ella misma, que es una cualidad que tienen todos los músicos y artistas a los que admiro

 ¿Qué es lo que más os une, y en qué sois más distintas?

Creo que a nivel personal nos unen el mismo tipo de inseguridades, deseos y necesidad de búsqueda. A nivel musical, esas ganas de encontrar dentro de nosotras mismas nuestra individualidad y lo que tenemos que ofrecer a la escena musical. Creo que la principal diferencia en nuestra música es que yo tiendo a ser más detallada a nivel de composición, mientras que ella deja mucha libertad a los músicos con los que toca. Gran parte de la música que ella escribe puede ser interpretada de diferente manera dependiendo de quién esté en el escenario. Ella confía y da mucha libertad a los músicos con los que toca.

 ¿Sigues viviendo en Nueva York? ¿Qué se cuece en la escena jazzística de la ciudad ahora mismo?

Sigo viviendo en Nueva York, ¡hace ya 12 años! En Nueva York se cuece de todo, es impresionante cuántos músicos nuevos llegan a la ciudad cada año. El nivel es altísimo y los músicos no tienen miedo de arriesgarse. La escena es enorme, y eso da pie a que puedan existir muchos estilos y matices diferentes dentro del mundo del jazz.

¿Cómo te encuentras la escena jazz madrileña cada vez que vienes por aquí?

Si quieres que te diga la verdad, normalmente cuando vengo no tengo mucho tiempo de ver conciertos y a veces, cuando lo tengo, no coincide que esté tocando alguien los días que estoy por Madrid. Esta vez pude ver dos conciertos en Madrid, pero a nadie nativo. Pude ver a Immanuel Wilkins, al que escucho a menudo en Nueva York, y a Perico Sambeat que toca tan bonito como siempre. También tuve la oportunidad de ver a mi querido Ariel Bringuez en el Festival de Ibiza, que es uno de mis saxofonistas preferidos. Durante el festival de Ibiza también pude ver a amigos de Barcelona, el grupo de Albert Cirera, también sonando super bien… En general estoy al tanto de lo que hacen los músicos con los que solía tocar cuando vivía aquí, Ariel Bringuez, los hermanos Vistel, Roman Filiu, Javier Moreno, etc. y he conocido a algún musico joven que toca muy bien, pero creo que hacen falta mas sitios para tocar jazz en Madrid, así los músicos jóvenes pueden desarrollar sus proyectos.

¿Qué proyectos tienes ahora por delante?

Acabo de grabar con mi trío, con la batería Savannah Harris y el contrabajista Chris Tordini. El disco saldrá en la primavera del 2024. También escribí una suite para cuarteto de cuerda y piano que estrené en The Stone en Nueva York y que me encantaría grabar cuando consiga dinero. Aparte de esos dos proyectos, tengo que la idea de hacer un disco con mi quinteto pero invitando a músicos que admiro en cada uno de los temas. Como acompañante, estoy tocando con el cuarteto de David Murray y tenemos varias giras por Europa y Estados Unidos. También ando involucrada en otros proyectos en Nueva York.

Aprovechaste la pandemia para componer un disco, pero ¿de qué modo afectó aquel suceso global a tu carrera? ¿Y en el jazz en general, has detectado alguna consecuencia?

Bueno, a mí me afectó de una manera positiva y negativa al mismo tiempo. Compuse muchos música, practiqué mucho y aprendí muchas cosas, creo que crecí mucho a nivel musical. Al mismo tiempo tuve problemas de salud mental que me afectaron hasta recientemente. A nivel profesional, creo que para mí fue positivo, simplemente porque tuve el tiempo de pensar en profundidad lo que quería hacer con mi carrera y contactar a las personas con las que quería conectar. Normalmente no tengo tanto tiempo de reflexionar y dejo que las cosas me pasen en lugar de deliberadamente ir en la dirección que quiero.

¿Dirías que el panorama jazz está más fácil para una mujer ahora que hace veinte o treinta años?

Sin duda alguna. Pero aun hay mucho por hacer. Las mujeres aún tienen que demostrar más que los hombres y todavía son una minoría en el mundo jazzístico. Pero por suerte se está haciendo el trabajo y está dando resultados.