El laberinto sin salida de las 443 familias de las cocheras de Cuatro Caminos: la Ley de Vivienda de Sánchez tumba el plan urbanístico
La norma del Gobierno devuelve el proyecto a la casilla de salida porque aumenta del 10 al 20% las casas que deben protegerse
«Tras 10 años, este es el momento más complicado. No sabemos si podremos sacar adelante el planeamiento»
Creían que el sueño de construir un hogar se materializaría tras una década de espera, que el solar de tierra y malas hierbas que observan comenzaría a ser excavado y que, a estas alturas, ya estarían puestas las primeras piedras de sus viviendas. Pero el ... terreno sigue siendo un descampado, un recuerdo de las cocheras derribadas de Cuatro Caminos y un espejismo del proyecto urbanístico de edificios y zonas verdes que tendría que acoger el distrito de Chamberí. La euforia de las 400 familias que forman la cooperativa Metropolitan, que compraron a Metro el espacio en 2014 para erigir seis inmuebles y zonas verdes, se desató en febrero, cuando el Ayuntamiento de Madrid aprobó el proyecto urbanístico; tan solo faltaba el visto bueno de la Comunidad para que las grúas se elevasen al cielo, pero cinco meses después todo se ha venido abajo.
La Ley de Vivienda alumbrada por Pedro Sánchez en abril ha tumbado el plan, paralizándolo, devolviéndolo a la casilla de salida tras diez años de trabajo. El motivo no es otro que la ley incrementa el porcentaje de reserva de suelo para vivienda protegida, pasando del 10 al 20 por ciento, y afecta a todos los informes que no tuvieran la aprobación definitiva, aunque estuviesen iniciados. Además, la norma establece que la mitad de ese 20 por ciento debe destinarse al alquiler.
El plan de las cocheras de Cuatro Caminos, que incluye la edificación de 443 viviendas, seis edificios (residenciales y terciarios) y un parque, debe redactarse desde cero para adaptarse a ese porcentaje de vivienda protegida al que obliga la norma del Gobierno, sin carácter retroactivo ni periodo transitorio. «Se aplica desde el momento de su aprobación, con independencia de cuando se inicie el planeamiento«, explican fuentes consultadas por ABC.
La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, en la que estaba el expediente y que tenía que dar el 'sí' último, devolvió el 30 de junio la documentación al ayuntamiento, según ha podido saber este diario. Ayuntamiento y Comunidad ya están trabajando para ajustarlo, puesto que la ley obliga a reiniciar el expediente.
«A día de hoy, no sabemos si podremos llevar a cabo el proyecto», resume, tajante, Desiré del Río, portavoz y vicepresidenta de la cooperativa Metropolitan. Ella, junto a los otros 442 asociados y propietarios del suelo, se enteraron hace quince días que el proyecto que les iba a dar el hogar que
2014
Venta del terreno
Metro vende las cocheras a una cooperativa por 88 millones de euros. El gobierno de Ana Botella aprueba el proyecto para construir 443 viviendas, aunque la falta de informes lo paralizan.
2017
Segundo despegue
Con Manuela Carmena, Ahora Madrid lleva a pleno el plan, pero tuvo que partir de cero porque no se publicó en el Boletín Oficial de la Comunidad.
2019
Denunciados
La asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio acude a los tribunales y pide que las cocheras no se derriben y se declaren Bien de Interés Cultural. El TSJM lo deniega y el ayuntamiento vuelve a aprobarlo.
2021-2023
Tribunales y aprobación
Asociaciones vecinales van a la Justicia por falta de documentos ambientales. El TSJM les da la razón, pero cuando se pronuncia ya es tarde porque las cocheras se habían derribado. Vuelta a la casilla de salida. En 2022, con las modificaciones hechas, se aprueba. Ahora, la ley, lo ha tumbado otra vez.
anhelan desde hace años –y en el que en 2014 invirtieron 200.000 euros, «los ahorros de toda una vida»– debía rehacerse por completo. Fue un jarro de agua fría, «un desastre total y absoluto». «Nos sentimos muy abandonados, enfadados y disgustados«, lamenta Del Río, que subraya: »Somos presos de las administraciones«.
Expulsar a socios
La confianza que tenían en que la urbanización de las cocheras de Cuatro Caminos se ha desvanecido como un castillo de naipes. Calculan que, si todo va bien, tardarán mínimo año y medio en regresar al punto en el que se encontraban antes de que la Ley de Vivienda del Gobierno central lo tumbase.
«Rehacerlo no es el único problema. Al aumentar el porcentaje destinado a vivienda protegida, hay que echar a gente porque la vivienda pasa de libre a protegida, a socios que han invertido su dinero, que llevan aguantando desde diciembre de 2014 para ver su proyecto ejecutado y que ahora solo tienen incertidumbre«, continúa la portavoz, que define el momento en el que se encuentran como »el más complicado« que han atravesado en esta década de lucha, desde que adquirieron a Metro las cocheras por 88 millones de euros. Y eso que el caso llegó incluso al Tribunal Supremo por falta, hace cuatro años, de documentos ambientales para aprobarlo, un paso ya subsanado.
Una excepción
Los cooperativistas esperan, ya como medida desesperada, que el Gobierno haga una excepción y que los planeamientos iniciados no se ven perjudicados por la ley. «No son solo las cocheras, son miles de planes urbanísticos en todo el país», continúa Del Río que, en su caso, culpa también a la Comunidad de Madrid de lo ocurrido. «El expediente lo recibieron en marzo, esperábamos que hasta mayo diesen el visto bueno, pero lo dejaron ahí, en 'stand by'», critica la representante vecinal, e insiste: «Este ha sido un proyecto muy politizado y ahora nos sentimos abandonados. Los técnicos de la Comunidad de Madrid nos dicen que hay que aplicar la ley y eso haremos», dice con total resignación, presa de la desesperanza, porque cuando veían la luz y creían que las máquinas comenzarían a funcionar todo se ha vuelto a fundir a negro.
MÁS INFORMACIÓN
Las cocheras de Cuatro Caminos es el principal plan urbanístico del centro de la ciudad y afecta a una superficie de 43.253,13 metros cuadrados entre las calles de Bravo Murillo, Pablo Iglesias, Reina Victoria y Esquilache. Contempla levantar seis edificios de entre cinco y ocho alturas como máximo, excepto una torre de unos cien metros de altura y treinta y una plantas. A esto, tal y como está diseñado, hay que añadir el parque de Chamberí, un espacio verde de 16.869,47 metros cuadrados que estaría, en su mayoría, en los suelos que han albergado las instalaciones y cocheras centenarias de Metro, ya desaparecidas.
«No son solo 200.000 euros invertidos, es la ilusión. Nosotros [por ella y su marido] invertimos en 2014 todo lo que teníamos, un dinero que ahora ya no tiene ese valor», afirma Del Río, a esa cuantía añaden el alquiler o hipoteca (en función de la situación de cada uno de los 443 cooperativistas) que llevan pagando estos diez años para no quedarse en la calle; los abogados, arquitectos... Suma y sigue. Qué harán si el proyecto no resurge es algo que prefieren no pensar. «Uf... Primero debemos celebrar muchas reuniones para saber si se podrá ejecutar; si no, demandaremos, emprenderemos acciones legales contra todo el mundo que ha impedido que salga adelante», concluye. Los cooperativistas se han quedado heridos, en un limbo administrativo que no saben cómo se desarrollará y con 443 deseos de empezar una nueva vida rotos.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete