El imperio de la droga del clan de los Chelines: de los narcopisos a plantaciones de marihuana en la Cañada
Los 31 arrestados por la Policía Nacional y la Guardia Civil guardan relación familiar con los Jiménez y los Fernández, capos del poblado y de la distribución de cocaína y heroína, también, en Madrid
Redada en la Cañada Real: 31 detenidos del clan de los Chelines por el cultivo masivo de marihuana sin agua ni fertilizantes
Operación policial contra el clan de los Jiménez en los narcopisos de la calle de Cullera (Latina)
La operación Ketoya-Siñuela, llevada a cabo por la Jefatura Superior de Policía y la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, se ha saldado con 31 detenidos del conocido como clan de los Chelines. Son los principales cultivadores y vendedores de marihuana en la ... zona de la Cañada Real Galiana, tanto en el sector 3 y 5 (Rivas Vaciamadrid) y 6 (Valdemingómez, en Villa de Vallecas).
Lo cierto es que entre los arrestados abundan personas de cuatro familias, con lazos entre sí, que son los Jiménez y los Fernández. Apellidos muy comunes pero que tienen un papel importantísimo en la distribución de droga por todo Madrid.
Ambos proceden de antiguos poblados ya desaparecidos, siendo Las Barranquillas, junto a Mercamadrid, el que mayor importancia tuvo hasta hace una década. Tras su desmantelamiento, estos y otros clanes se trasladaron a la Cañada. Es ahí donde han hecho negocio y han conseguido someter incluso a sus 'vecinos' de parcelas, a las que han llegado a robárselas mediante coacciones.
Allí ser han llevado años siendo, junto a otros grupos como los Gordos, los Brunos o los Emilios, los todopoderosos reyes del asentamiento. Sin embargo, a raíz de la demanda de marihuana y de los golpes policiales contra el narcotráfico contra la cocaína y heroína, han diversificado su negocio.
Operación en el Ruedo
Por un lado, han ampliado sus tejemanejes en los cultivos 'indoor', donde la principal clientela es la local pero también las organizaciones chinas que se dedican a comprar partidas ya maduras y exportarlas a países de Europa, como Reino Unido, Alemania, Italia y Francia, donde el precio es mucho mayor al que se pide en España. Un negocio redondo.
Así, los Fernández y los Jiménez han visto un nicho de mercado impresionante, teniendo en cuenta, además, que es un tipo penal (el tráfico de marihuana), menos penado, tanto social como judicialmente, al considerarse erróneamente una 'droga blanda'.
Pero lo cierto es que continúan moviendo cocaína y heroína. La Policía Nacional les ha dado ya fuerte, no hace mucho. El pasado marzo, cinco hombres de los Jiménez, de entre 27 y 38 años, además de un menor, fueron arrestados por tenencia ilícita de armas, delito contra el patrimonio y otro contra la salud pública. Utilizaban dos bajos del edificio de realojo conocido como El Ruedo, en Moratalaz, como narcopisos.
El arsenal de armas en Latina
En 2020, hasta 200 policías formaron parte de la operación contra la misma familia la familia Jiménez. En ella, se comprobó que lideraban una red de diez narcopisos del Ivima en viviendas de protección social en la calle de Cullera (Latina). El dispositivo se desarrolló en cuatro bloques y acabó con 22 detenidos.
Además de más de 300 gramos de hachís, 300 marihuana, 150 plantas y 50 gramos de cocaína , escondían un verdadero arsenal: más de 30 armas y diversa cartuchería. Eran armas cortas, rifles, de aire comprimido, escopetas, machetes y hasta un chalecos antibalas.
En febrero de 2022, la Policía engrilletó al matrimonio formado por José Fernández Fernández, de 66 años (con 5 reseñas previas, por atentado a agente de la autoridad, tráfico de drogas y lesiones) y Pastora, con los mismos apellidos y 64 años, además de tres antecedentes previos. Cayeron, además, su hija Cristina (dos reseñas por los mismos motivos); y sus hijos varones: Fernando, de 34 años (dos antecedentes) y José, de 28 (tres).
A los cinco les constaba una orden de detención e ingreso en prisión; tras una operación de diciembre de 2016, los encartados llegaron a un acuerdo de penas e ingreso en prisión en fecha voluntaria, dentro de un margen, con la Sección 30ª de la Audiencia Provincial. Es órgano judicial decretó una ejecutoria de la condena en febrero de 2021.
En un búnker de la Cañada, había una habitación que ya estaba forrada y ventilada para instalar una plantación de marihuana 'indoor'.
500 'clientes' al día en los fumaderos
Si en sus tiempos de gloria estos y otros clanes atraían a entre mil y tres mil personas al día en la Cañada Real, ahora los toxicómanos que acuden a los mencionados fumaderos rondan los 500. En total, son 200 personas las investigadas y que se dedican al tráfico de drogas en el enorme poblado, tanto en plantaciones de marihuana como en cocaína, heroína y demás sustancias, explica una de las principales personas dedicadas a la lucha contra el narcotráfico.
Sobre la marihuana hay que recordar que desde el 1 de octubre de 2020, con una pandemia y Filomena de por medio, miles de personas de los entornos más cercanos, como Perales del Río y que nada tienen que ver con la delincuencia, están sin luz por culpa de estos enganches ilegales.
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