Un hombre se quema a lo bonzo delante de su expareja y el hijo de ella en una caseta prefabricada de Humanes

La sucesión de hechos comienza a las 19.40 horas del pasado domingo, después de que el propio Cuerpo Local de Humanes reciba un primer aviso por una discusión de pareja en el número 27 de la calle de la Adelfa, una parcela con barracas y material de obra anexa a una nave industrial. Pero al no tener efectivos suficientes en ese momento, los agentes derivan la emergencia al puesto de la Guardia Civil en Arroyomolinos, que presta servicio en el territorio extendido entre este municipio y el de Humanes.

A partir de ahí no vuelven a recibir noticias hasta las 22.10, un lapso de dos horas y media en el que para entonces la situación se ha tornado extremadamente peligrosa: quién llama esta vez no es un tercero, sino la misma expareja, de 47 años y también de nacionalidad rumana, para alertar de que el individuo ha cogido una garrafa de gasolina y la está amenazando con prenderse fuego.

De inmediato, los agentes locales ponen rumbo al polígono mientras dan parte al 112. Allí, localizan al sujeto, subido al tejado de una caseta prefabricada, de unos tres metros y medio de alto, con la garrafa en una mano y el mechero en la otra. Tratan de calmarlo, pero su estado de nervios es tal que este no atiende a razones. El hombre asegura a los policías que su ex le ha quitado las tarjetas del banco y ahora se tiene que ir de la vivienda, la misma sobre la que está encaramado. Tardará apenas segundos en intentar quemarse a lo bonzo.

Tras ello, se precipita desde lo alto y recorre unos 15 metros antes de que los policías logren extinguir las llamas. Los facultativos desplazados lo estabilizan y lo conducen hasta el hospital de Getafe, centro de referencia nacional (junto a La Paz) para grandes quemados desde el año 2008. Estos pacientes presentan más del 20 por ciento de su superficie corporal quemada o sufren quemaduras menos extensas, pero con una edad o afecciones cardiopulmonares que exigen la administración de líquidos de manera abundante por vía intravenosa.

Según ha podido saber ABC, el afectado sería un trabajador del polígono, afincado de forma precaria en la misma parcela del suceso y con el Número de Identidad de Extranjero (NIE) en vigor.