El cumpleaños de la suerte del lotero del Gordo, en Hortaleza: «Nací el 5 de abril del 90 y todos los años vendemos el número 05490»

Dedica su premio «al artífice de todo esto, el dueño», a su hijo, que ha ido a estamparse unas camisetas al efecto, y «a los clientes», la mayoría su mayoría universitarios. Es un «pago al trabajo bien hecho, se lo dedico a mi hijo», ha dicho a ABC.

En la segunda planta del intercambiador de Monroy atiende al teléfono, sonríe, una de sus empleadas, Nicole, anda «recopilando información». La de los primeros momentos. Miguel Ángel, anda además comprobando si su hija compró un billete del tercer premio. Cuando abren el cava, Monroy apunta. «El cava siempre lo abrimos, que aquí siempre toca».

Verónica, amiga de la casa, de la joyería Dibellas, ha sido la encargada de abrir la botella y está feliz. Le ha tocado «algo del quinto». Insiste en que hay «buena vibra», que se ve el dinero cerca. Hasta un policía se entera por este periódico de que es uno de los beneficiados por el 05490.

Cinco números (0, 5, 4, 9, 0), que cantados de carrerilla a las 11:21 horas han repartido este 22 de noviembre una lluvia de millones por toda España y parte del extranjero. Exageraciones al margen, lo cierto es que el Gordo del Sorteo de Navidad ha dejado 10 series en el centro comercial Dreams Palacio de Hielo, en el barrio de Hortaleza. La fecha de un cumpleaños, la de la de un trabajador de la propia administración 522, ha sido la que a la postre decidió el boleto más afortunado del enclave. Con aplausos han sido recibidos los propietarios, después de que reconocieran que se han quedado con algunos décimos.

Hace 20 años que la oficina de Loterías y Apuestas del Estado abrió en el centro, los siete últimos con la familia de loteros agraciada al frente. «¿Qué han dado?», pregunta una pareja de clientes. «El Gordo», responde una trabajadora de otra tienda. Ella, al igual que muchos de los empleados del espacio, habían comprado décimos, aunque no el del número premiado. «Sabemos que le ha tocado a dependientes y arrendatarios, pero prefieren llevarlo en silencio», comenta la directora del centro comercial, Patricia Seguín.

Entre abrazos, el lotero de la suerte, Luis López, atendía a ABC minutos antes de salir a celebrar con su gente la mejor de las noticias. «Siempre jugamos el número de mi cumpleaños y el de mi madre», reconoce, consciente de que la gran mayoría de décimos se han vendido por ventanilla. Fan de los Celtas Cortos y de la canción '20 de abril' («Siempre digo que mi cumple es 15 días antes y he ido a muchos conciertos suyos») este joven de 32 años sabe que la celebración más inminente es la de seguir trabajando en la administración. «Con esto del Gordo se avecinan días de mucho curro», subraya entre risas.

La niebla que sumía al municipio madrileño de Las Rozas no ha conseguido apagar el brillo de una mañana que empieza y termina brillante para la administración de loterías del centro comercial del Pina, informa Adrián Pérez Peñacoba.

Dos décimos del primer premio, número 05490 han pasado por las manos de Beltrán que asegura que no se lo puede creer: «Cuando me han empezado a llamar desde las radios pensé que era una broma. Estoy de administrador desde hace dos meses, jamás me imaginaría que me iba a estrenar así». No es para menos.

También se ha vendido una serie del segundo quinto de la mañana, el 43696, por lo que la suerte ha sonreído por partida doble. «Tenemos una flor de Pascua con la que hemos bendecido los boletos del 'Gordo', estoy seguro de que la suerte ha venido de ahí», comenta emocionado.

Por el 60 aniversario de la administración de loterías Pepito Herranz en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial la suerte ha tenido a bien hacerles un regalo. Una serie completa del primer premio (05490) y otra del cuarto premio con número 25296 se han repartido de la mano de Iván Herranz, actual administrador y tercera generación de una familia de loteros que nunca habían tenido la oportunidad de repartir un Gordo por Navidad. «Ha sido el destino», confiesa sonriente Herranz, que no podía imaginar un mejor regalo de Navidad.

También asegura que es posible que se haya vendido más de una serie del afortunado número, pero que al haberse hecho la compra a través de la máquina, hasta mañana no podrá saberlo. Esta administración abría con el champán y el confeti preparados, dispuestos a celebrar un negocio que abrió en 1962.