El Gobierno de Sánchez busca el choque con Ayuso y dispara la tensión en Madrid

El ambiente previo a esta fiesta de la Constitución, que la Comunidad de Madrid siempre celebra unos días antes del 6 de diciembre, ya estaba enrarecido y no solo por la ruptura casi total de relaciones entre La Moncloa y Sol. La dimisión de Juan Lobato al frente del PSOE de Madrid, el nombramiento del nuevo portavoz en la Asamblea, Jesús Celada, y la confirmación de que Óscar López será candidato a la secretaría general del partido en la región, con todas las papeletas para ganar por llevar el sello de Sánchez, marcaron un acto atípico.

Lobato, como cabía esperar, no apareció por la Puerta del Sol. Pero sí lo hizo el nuevo portavoz parlamentario, quien prefirió no hacer declaraciones ante la prensa. Celada tiene un perfil de respeto institucional y no se siente cómodo en broncas como la protagonizada por el delegado. Además, quien manda ahora mismo en el PSOE de Madrid es su gestora, y esta decide hasta quién debe hablar en cada momento. El nuevo portavoz, además, aplaudió a la presidenta regional cuando subió al estrado para pronunciar su discurso, algo que suele hacerse por cortesía y respeto al cargo. Pero el delegado no lo hizo. Su saludo inicial con Ayuso ya fue gélido y luego se limitó a escuchar sus palabras con gesto serio y sin aplaudir ninguna de sus palabras.

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En sus declaraciones ante la prensa, el delegado se despachó a gusto contra Ayuso. «En este lugar, recientemente se ha dado voz y aplauso a los extremismos, pero la presidenta ha decidido silenciar al Gobierno de España», denunció, mientras sus propias palabras le contradecían. «Lamentablemente esta Real Casa de Correos ha visto cómo vuelve a oscurecerse en su historia. Es el mayor foco de tensión institucional de nuestro país», aseguró, en una evocación de la etapa franquista que vivió la Real Casa de Correos. «Es el epicentro de vetos, bulos y amenazas», continuó en su ataque contra Ayuso.

Fuentes de la Comunidad de Madrid calificaron de «infames» las palabras del delegado. El secretario general del PP madrileño, Alfonso Serrano, recordó el discurso que hizo el delegado el año pasado, repleto de críticas a Ayuso, y sentenció: «Quien ha roto los puentes institucionales ha sido él». Serrano, además, aprovechó para cargar contra el Gobierno de Sánchez por su maniobra contra el novio de Ayuso para derribarla a ella, y apuntó contra lo que más duele a los socialistas: «El mismo PSOE que creó los GAL, la guerra sucia contra ETA, hace guerra sucia contra los adversarios usando el poder de todo un Estado».

Podía pensarse que Ayuso contestaría al delegado del Gobierno en su discurso. Pero si hay un momento en el que la presidenta regional deja apartada la bronca más dura contra Sánchez y su Gobierno es este de la fiesta por el aniversario de la Constitución. En sus palabras no faltaron avisos contra los «enemigos» de la Carta Magna, ni mensajes sobre la necesidad de respetar la ley, porque fuera de eso «nada sirve». Tampoco su advertencia sobre el papel de esta región: «Madrid siempre estará aquí para que España siga siendo España», con un añadido: descapitalizar el país, subrayó, podría ser claramente inconstitucional.

Pero Ayuso no mencionó a Sánchez ni una vez, mucho menos a su delegado. Se centró, sobre todo, en reivindicar la vigencia de la Constitución y elogiar la importancia vital que ha tenido para el progreso, la unidad, la libertad y la concordia en España.

Cuando acabó el discurso de Ayuso, el delegado se marchó con prisas. Hoy, miércoles, él será el anfitrión en la Galería de las Colecciones Reales, donde ha organizado su propio acto por la Constitución, con la presencia del ministro de Política Territorial. Se esperan unos 250 invitados, según fuentes de la Delegación, pero entre ellos no estarán ni la presidenta Ayuso ni el alcalde Almeida, que han rechazado el ofrecimiento. Ayuso preside este miércoles el Consejo de Gobierno y el alcalde ha decidido convocar este mismo día otro evento más por el Día de la Constitución. Será en la Plaza de Oriente, frente al Palacio Real, muy cerca del lugar donde el delegado, una hora después, ha organizado el suyo.

En la Puerta del Sol, el otro protagonista, ausente en este caso, fue el ministro Óscar López, quien esta semana hará oficial, previsiblemente, su candidatura para liderar el PSOE de Madrid en sustitución de Lobato. Este ya advirtió del escaso conocimiento que López tiene de la región de Madrid y de sus barrios. El ministro ha hecho su carrera política ligado, sobre todo, a Castilla y León, donde ya intentó batir, sin éxito, al PP y dejó como herencia un PSOE roto.

El delegado aseguró que con López los socialistas madrileños «van a poner toda la carne en el asador» para tratar de acabar «con treinta años de oscurantismo» en la Comunidad. El alcalde de Madrid prefirió ironizar: a los socialistas madrileños, dijo, «les da igual que pongan a Don Pimpón y Espinete o a Óscar López. Su única preferencia es lo que diga Pedro Sánchez». «Si Sánchez hubiera puesto a Don Pimpón habrían salido todos en trompa a decir que es la mejor opción». Almeida, además, lanzó una duda al aire: «¿Está afiliado en Madrid o en Castilla y León?»

El número dos de Ayuso en el PP de Madrid aseguró que les da igual quién sea el candidato para liderar el PSOE, porque este partido «es una maquinaria de achicharrar sus líderes», y sin un proyecto para Madrid.