La falsa casera que alquilaba el piso a todos los inquilinos a la vez

El truco era el siguiente: una mujer alquilaba el citado domicilio de Hortaleza, sin que su propietaria tuviera sospechas de lo que iba a suceder después. La inquilina en lugar de residir en él lo iba a pasear por cuantas páginas inmobiliarias tuviese la oportunidad: un bajo de unos 70 metros cuadrados en el centro de la capital, a un precio muy por debajo de lo que dicta el mercado. La avalancha de interesados nunca tardaba en llegar, y la falsa propietaria se lo arrendaba a todos a la vez.

La estratagema, en realidad, siempre tenía una parte de verdad. Los primeros en llegar al piso entraban con la llave que les había entregado y se instalaban. Lo normal en estos casos, de no ser porque el resto de afectados también podían acceder y se encontraban con estas personas en la casa. Como es lógico, mientras las llamadas se sucedían para aclarar el 'malentendido', los inquilinos que ya estaban dentro cambiaban la cerradura. Y así, las siguientes víctimas se agolpaban en la puerta sin ni siquiera poder introducir la llave.

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Conscientes entonces de haber sido estafados, la semana pasada 17 personas presentaron una denuncia ante la Policía Nacional. Otras seis lo hacían por haber sufrido lo mismo pero en otra vivienda de la calle de San Vicente Ferrer, esta vez en el populoso enclave de Malasaña. El mismo anzuelo y la misma pescadora.

Entre los damnificados se encontraba Naomi, una joven que llegó a entregar hasta 2.300 euros a la supuesta dueña del inmueble. También Marina, a la que esta particular le ofreció el piso de Hortaleza por solo 700 euros al mes. «Todos tenían llave de la vivienda y al intentar abrir, como los primeros que habían llegado habían cambiado la cerradura porque no paraba de llegar gente, no pudieron. Les dijo que estos necesitaban un día de mudanza y ella desapareció, con lo cual en el plazo de día y medio llegaron las 15 familias», relataba días atrás la verdadera propietaria en televisión.

Los agentes comenzaron a trabajar y se pusieron tras la pista de una mujer de entre 35 y 40 años, con algo de sobrepeso, morena de piel, pelo canoso y un detalle muy significativo: la falta de cuatro dientes en la parte superior de su boca. Ayer, la Jefatura Superior de la Policía de Madrid informaba de su detención «como presunta autora de diversas estafas», llegando a obtener hasta 14.000 euros «con el alquiler de inmuebles en el distrito de Centro». Está acusada de diez delitos de estafa y falsedad documental al realizar los trámites del contrato de alquiler con identidades falsas.

Para evitar ser víctima de este tipo de estafas, la Policía Nacional pide extremar las precauciones para no caer en el engaño de páginas falsas y enlaces sospechosos que pueden llegar a suplantar a portales especializados. Conviene también desconfiar de las ofertas sospechosamente baratas o de la exigencia de depósitos altos. Y nunca está de más darse una vuelta antes por el edificio para preguntar a los vecinos e incluso solicitar en el Registro de la Propiedad una nota simple para comprobar quién está detrás de la casa anunciada.